El cementerio de O Cadaval, ubicado en la parroquia de Piñeiros, Narón, ha sido el escenario de dos robos en la misma semana. El primero tuvo lugar el pasado jueves y el segundo el domingo, ambos durante la madrugada.
Debido a que los elementos sustraídos -principalmente herramientas, botes de pintura y desbrozadoras para trabajar el campo- presentan gran tamaño y peso, las primeras investigaciones policiales apuntan a que fue un grupo de jóvenes el que llevó a cabo la operación.
Tal y como señala el presidente de la junta del camposanto, Antonio Leal, la mayoría de los bienes robados pertenecen a la conserje del cementerio, que los utilizaba frecuentemente para realizar labores de jardinería, limpieza y mantenimiento en los exteriores.
El representante de este colectivo afirma asimismo que la puerta que da acceso al recinto no fue forzada, por lo que las investigaciones policiales barajan la posibilidad de que los ladrones treparan por uno de los muros del recinto, ya que no presentan gran altura y el desnivel en los terrenos paralelos varía según la proximidad a una central de bombeo cercana al río Freixeiro.
Una vez dentro del camposanto, los delincuentes accedieron a la caseta en la que se hallaban los bienes por una ventana tras conseguir romper varios cristales.
Investigaciones
A pesar de que la policía judicial se presentó horas después en el recinto para buscar pruebas y tomar posibles huellas, la lluvia caída en las últimas horas dificultó los trabajos de identificación y los agentes todavía no han averiguado quienes fueron los autores del robo.
Vecinos del barrio naronés sospechan que el robo pudo llevarse a cabo por un grupo de drogodependientes que aseguran que en los últimos días frecuentaban los alrededores del cementerio.
La junta del camposanto denunció ayer los hechos ante la Policía Local, que trata de esclarecer los hechos en una parroquia que en los últimos días sufrió diversos actos de vandalismo.