«Promesas no, hechos». Con este lema las madres de Cariño prevén manifestarse la próxima semana en la entrada del centro de salud del municipio para protestar por el retraso de la Xunta de Galicia en la entrega de un pediatra que consulte a sus hijos diariamente.
Y es que desde hace cuatro años, un solo profesional pasa consulta dos días por semana en la localidad. Las afectadas aseguran que les causa un gran trastorno que los pequeños enfermen los días en los que el especialista no está presente en el ambulatorio y demandan soluciones urgentes a lo que consideran una petición «más que lógica».
Pero no solo las familias con niños pequeños se están volcando en la demanda a la Administración autonómica de esta plaza, sino que muchos vecinos han manifestado su concienciación con su firma. Padres, madres y abuelos pasaron parte del invierno pasado recogiendo las rúbricas de los cariñeses para exigir lo que entienden como un derecho, que sus hijos tengan un pediatra todos los días. El documento, que implicó a más de 1.300 vecinos fue entregado al alcalde de la localidad.
Más municipios afectados
La demanda de un especialista que realice consultas diariamente se extiende a más municipios, ya que en Ortigueira son también dos los días en los que un pediatra está a disposición de los vecinos y uno solo en el concello de Mañón.
El Ayuntamiento ortegano también aprobó en pleno el pasado mes de mayo por unanimidad una moción del grupo municipal del Partido Popular sobre la ampliación y mejora del servicio de pediatría que se presta en el Ortegal.
A pesar de que la Xunta de Galicia asegura estar trabajando para solucionar la situación, desde el Sergas se llegó a valorar como suficiente el servicio ofrecido al considerar que los municipios de Ortigueira, Mañón y Cariño suman 970 niños y que la media en el área sanitaria de Ferrol era de 762 niños.
En concreto, en la ciudad naval el número ascendía a 737, unos trescientos menos que en los tres concellos de la comarca del Ortegal. Aún así, desde el Sergas se aseguró que los menores de esta zona estaban por debajo de la cantidad de mil que fija la media gallega.