El buque ferrolano Patiño tiene previsto llegar hoy a Rota para, desde allí, zarpar a aguas de Somalia para luchar contra la piratería. Salió del Arsenal el domingo para incorporarse a la operación Atalanta desde mediados de diciembre hasta principios de marzo. Como informó ayer la Armada, llevará a bordo en este período a 210 personas -187 hombres y 23 mujeres- entre dotación, Estado Mayor multinacional del comandante de la fuerza de la Unión Europea (Comeunavfor), unidad aérea embarcada, infantes del Tercio Norte, personal de sanidad, un traductor, un miembro del servicio de asistencia religiosa de las Fuerzas Armadas y un oficial croata.
En la página web de la Marina -www.armada.mde.es- se podía ver ayer ya la primera anotación en el cuaderno de bitácora virtual del buque, donde se narraba la salida de la ciudad. A continuación, se transcribe íntegramente:
La narración
«Llegó por fin el gran día. Después de varios meses de intensa preparación, a las 11.05 del domingo 28 de noviembre, el BAC Patiño largaba la última estacha que lo amarraba al muelle número 10 de la E.N. Navantia. Si a las 10.30 lucía un sol espléndido, en el momento en que se tocaba Babor y Estribor de Guardia un intenso e inoportuno chaparrón nos aguaba la despedida.
»Armados de trajes de aguas, los miembros de la dotación agitaban los brazos hacia el muelle, mientras varias decenas de familiares, ateridos por el penetrante frío y la intensa lluvia, nos decían adiós, parapetados bajo los paraguas o refugiados en los coches. Mientras, por la megafonía sonaban, sucesivamente, el Himno de la Armada, Ganando Barlovento, el Himno de la Infantería de Marina (en honor a nuestros once componentes del Equipo EOS del Tercio Norte), la Muñeira de la Alegría, Ferrol de los Limones, Al otro lado del mundo (de la banda sonora de Master and Commander), para acabar, ya llegando al castillo de San Felipe, con el Waka Waka de Shakira (Llegó el momento? Porque esto es África). Allí, un grupo de quince o veinte incondicionales nos saludaron con pitadas y el ondear de banderas piratas.
»Una vez fuera de la ría, la mar de fondo del norte nos hizo navegar algo incómodos hasta llegar a la altura de cabo Villano, momento en el que pusimos popa a la mar y comenzamos a navegar hacia el sur.
Tras una primera comida, que dejó bien claro que habrá que tomar medidas para no volver a casa con bastantes kilos de mas (empanada y carne asada con patatas), la tarde transcurrió plácidamente, entre claros soleados y aguaceros. Vimos perder a Rafa Nadal su primera final del Masters (lo ganará el año que viene) y volvimos a saciar el apetito (algo tiene la mar que siempre se tiene hambre y sueño) con un buen plato de macarrones y otro de rajo.
»La noche se presume tranquila. Mañana nos espera un día intenso de baldeos, limpiezas y retoques; hay que dejar el barco impoluto para la despedida oficial en Rota. Y ya por la noche, confiamos que la TV satélite nos permita disfrutar del Barça-Madrid más esperado de los últimos años».