El alto riesgo que corre el arte religioso desata todas las alarmas

r. Loureiro FERROL / LA VOZ

FERROL

La Iglesia pide la colaboración de los fieles para que extremen la vigilancia

10 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Lo sucedido en la catedral de Santiago de Compostela, donde la basílica que corona uno de los grandes centros de peregrinación de la Cristiandad no ha sido capaz de proteger el Códice Calixtino, uno de los libros sobre los que se asientan las columnas centrales de la cultura europea, ha hecho saltar todas las alarmas tanto en las diócesis gallegas como en el mundo de la cultura en general. El patrimonio religioso corre un riesgo extremo. Y no se trata ya de robos de campanas, perpetrados generalmente por quienes, rozando la absoluta marginación y el mayor de los vandalismos, no buscan sino metal que poner a la venta. Lo que ahora más se teme es que vuelvan a las andadas, como sucedió en la España de los años setenta, los ladrones especializados, buenos conocedores de las piezas de mayor valor artístico, que asaltaban los templos para vender a coleccionistas privados sus mejores piezas.

Y la verdad es que la situación es escalofriante: la Iglesia gallega, a la que la crisis ha obligado a concentrar todos los recursos disponibles para atender, a través de organizaciones como Cáritas, a las familias sin recursos, es incapaz de vigilar todo el patrimonio artístico de carácter religioso si no cuenta con el apoyo decidido de las administraciones públicas. Baste mencionar un dato: en toda la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol no hay un vigilante nocturno... ni en la catedral de Mondoñedo.

La marquesa Simonetta Dondi d?all Orologio, conservadora del Museo Diocesano, señala que ante la evidencia de que no existen medios para contratar vigilantes, «al menos habría que instalar cámaras en todos los lugares en los que fuese posible; en puntos estratégicos, en lugares de gran valor; y además tampoco sería malo que se cobrase una entrada, al menos una cantidad simbólica, fuera de las horas de culto, en aquellos lugares en los que tienes que preservar la seguridad del patrimonio. Porque eso, que parece una tontería, ya aleja a muchos potenciales delincuentes que, por curioso que parezca, cuando ven que se está cobrando un acceso ya ni siquiera se acercan».