Excavadoras taladrando el suelo, montones de piedras levantados y buzones de correos sitiados. Es el estado que muestra desde esta semana la Praza do Cruceiro de Canido, el segundo de los escenarios del barrio en el que el plan Urban ha comenzado su transformación.
A este espacio le quedan por delante dos meses de trabajos de la empresa GCM, en los que se invertirán 99.200 euros. Por el momento, los montones de escombros han dejado inutilizado el acceso a tres viviendas ubicadas en un lateral de la plaza, todas deshabitadas, aclararon fuentes municipales. El tráfico que accede a la calle Alegre debe continuar necesariamente por la calle Atocha, al quedar imposibilitada la salida por Alonso López, lo que ha comenzado a generar problemas de circulación especialmente a la hora de entrada y salida del CEIP Cruceiro de Canido. Sin embargo, desde la asociación de vecinos, su presidente, Andrés López Dafonte, ha reiterado que «el barrio sabe que vamos a tener incomodidades, pero son más las ventajas que los inconvenientes».
De la superficie de esta plaza desaparecerán los aparcamientos, se construirán tres aceras y se plantarán cuatro árboles. Tras comenzar la obra en San Diego y Riego, el plan Urban extenderá sus reformas por Alonso López y la Estrella.