El artista expone su último trabajo en la galería Sargadelos
05 dic 2011 . Actualizado a las 13:01 h.Suave e Preciso, así es como Manuel Patinha pone nombre a su última exposición y que podemos visitar en la sala de la galería Sargadelos de Ferrol hasta finales de enero. Cuenta Patinha que hay piezas de los últimos cinco años, todas inéditas. Entre ellas se encuentra una miniatura de la Anduriña que hace unos días inauguró en la plaza de A Gándara de Narón y que mide la friolera de nueve metros. Si bien es verdad que el artista se mueve estupendamente en la ejecución de escultura de gran formato, no es menos cierto que las pequeñas piezas así como la pintura y el grabado las resuelve con gran acierto.
Echando un vistazo a la evolución formal de su obra, observamos un lugar de convergencia en la recurrencia a las líneas que definen el arte escultórico prehistórico y africano: líneas precisas, geometría simplificada al máximo, lo natural abstraído hasta sus formas más puras. No existe lo superfluo en sus obras, ningún elemento sobra así como nada echamos en falta, es preciso tanto al identificar y nombrar cada elemento como al trabajar en su depuración formal, dando lugar así a símbolos que se repiten en toda su obra y que ya conforman el universo Patinha.
Si hay una forma que se repite en este universo particular, es sin duda la geometría de la peonza a la que el autor a lo largo de su obra recurre, modifica, estiliza y renueva dándole nuevos significados. Patinha diferencia lo formal de lo que él mismo denomina ideológico. Esto último, dice, cambia con el momento vivido, con las circunstancias particulares e históricas, con los sentimientos, y es esto lo que rellena y da valor a sus obras.
En Suave e Preciso vemos Burca, una pieza de formato medio realizada en acero inox y galvanizado, en donde esta peonza se estiliza y un gran corte la divide en dos haciendo las veces de gran herida y que según comenta el autor, se refiere al hecho de la utilización del burca y lo que supone para las mujeres que lo llevan, remitiéndonos así a un momento y un hecho social concreto. El autor ha hecho además una selección de acrílicos en donde estos símbolos se repiten dando lugar a series de lo que parecen ser místicos códigos que ayudan a descifrar los misterios de la relación del hombre con lo natural.
Una necesidad
Como indica el título de la exposición, la precisión y la búsqueda de la suavidad se torna una necesidad en este momento para Patinha, de modo que podemos ver alguna de sus últimas creaciones y hacia dónde evoluciona este universo particular.
El acero inox se transforma en el único material utilizado y con él se dibujan pequeñas ramificaciones que se elevan intentando la verticalidad, brillantes y metálicas como supervivientes de una sequía universal.
crítica de arte
Galería Sargadelos Ferrol (Rubalcava, 30)
Hasta finales de enero
De 9 a 21 horas de lunes a sábado