Massa consigue recortar dos puntos a Hamilton en la lucha por el título, a la que se incorpora Kubica
13 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Sí, en Singapur hubo mucha suerte, lo dijo hasta el piloto, incluso se lo había echado en cara a su jefe mientras se secaba el sudor en el prepalco del gran premio nocturno. «Flavio, si no llega a haber un safety ...». Pero ayer no. Ni coche de seguridad ni Massa con manguera. Ayer bastaron las dos manos del piloto y un coche con el que empieza a entenderse, tarde para el título mundial, pero justo a tiempo para convencerse de que Renault, con la segunda victoria consecutiva, puede darle tantas garantías como Ferrari.
No, Singapur no fue una casualidad. Se demostró ayer en Japón. Quizá sea la atmósfera de Asia, que sienta bien al motor del R28. O quizá Alonso sea el mejor del mundo evolucionando monoplazas. Lo de mejor piloto ya se da por hecho y sino, ahí están los primeros metros de la carrera de Fuji para demostrarlo: mientras los cuatro grandes espadas levantaban una cortina de humo pasándose de frenada, el asturiano escogía el camino bueno, el dibujado por Robert Kubica por el interior para colocarse segundo.
Así, viendo el abrupto proceder de los candidatos al título, Hamilton y Massa, duele especialmente ver al español descartado en esa lucha.
En otros momentos del año, Alonso habría visto a Kubica empequeñecerse en el horizonte hasta perderlo de vista. Ayer, en cambio, no le dejó un margen superior a los dos segundos. Por detrás, tener a Kovalainen resulta tranquilizador, su papel de escudero en McLaren ha acabado por castrarle la ambición en carrera.
Fernando consiguió la primera plaza merced a un repostaje meteórico en la primera visita al garaje, con lo que Kubica contaría con unas cinco o seis vueltas más en el segundo stin . Pero el Renault respondió a las exigencias del piloto y logró la ventaja suficiente en el segundo ingreso en boxes.
Pero nada de lo que España disfrutaba entre bostezos afectaba al título del 2008 porque Hamilton y Massa ni siquiera inquietaban al asturiano y al polaco de BMW. Después de perder varios puestos en la primera vuelta, el inglés reaccionó con su desesperación habitual de los momentos de crisis (Shanghái, Interlagos...). Se dio tanta prisa en adelantar a Massa que éste llegó a tocarle por detrás en la chicane y dejó el McLaren en sentido contrario. Hamilton tuvo que esperar a que pasase la fila de monoplazas para incorporarse y desde el box le reclamaron para un cambio de estrategia cargándole de combustible. Massa fue penalizado por esa acción con un paso por el pit lane , al igual que el propio Hamilton por obstaculizar a Raikkonen en la primera vuelta.
Amenaza Raikkonen
Con Kovalainen fuera de carrera por una avería en el motor, solo el finlandés de Ferrari amenazó la hegemonía de los dos primeros. Por suerte para Alonso, Raikkonen salió de su segundo repostaje por detrás de Kubica, quien le frenó a la perfección pese a sufrir problemas de adherencia en las últimas vueltas. El duelo permitió incluso a Nelsinho Piquet asomarse cerca del podio, confirmando así que el trabajo de Renault es de matrícula.
Solo dos semanas después de ver a Hamilton desde un escalón superior en el podio de Singapur, Fernando dobló ayer al inglés a una vuelta del final y para evitar riesgos inoportunos dejó que el McLaren le rebasase de nuevo. Por detrás, Massa era octavo y la FIA le aupaba al séptimo lugar por sanción a Bourdais, con lo que el brasileño recortaba dos puntos a Hamilton.
Alonso volvió a alzar los puños en señal de victoria, la segunda en quince días. Las mismas que Raikkonen y su Ferrari, y una más que Kovalainen o Kubica. Heidfeld respondió a su renovación de contrato con un noveno puesto mientras Fernando, con su triunfo, le mostró a BMW lo que se pierde al cerrarle las puertas.