Alonso estuvo a punto de auparse al podio pese a ser sancionado con un paso por boxes por su salida ilegal
21 abr 2010 . Actualizado a las 20:43 h.Entre una genialidad y una pifia hay milésimas de segundo. El ojo humano percibió ayer que Fernando Alonso volvía a ser más listo que el resto. Pero los sensores de los monoplazas y la vista del comisario Charlie Whiting -al que ya pocas cosas se le escapan-, descubrieron que el asturiano se había precipitado en la salida, quizá presionado por sus malas arrancadas de los dos últimos grandes premios. Así, cuando se escapaba de los Red Bull bajo las gotas de Shanghái se le comunicó la infracción y la consecuente sanción de un paso extra por boxes.
¿Cuál habría sido el desenlace de la carrera de no haber penalizado? Ya no importa. Pero el piloto y su equipo daban por hecho que habría podido ganar la carrera o, como mínimo, auparse al podio.
Es evidente que el 2010 presenta una igualdad de fuerzas entre las escuderías mucho más agradecida que el monopolio del 2009, cuando BrawnGP se distanció desde la primera recta gracias a una artimaña legal en el difusor. Y en esta situación de gran equilibrio quien está repartiendo gloria y decepción entre los pilotos no son los reglajes ni las virtudes al volante. Es la meteorología.
Jenson Button, nuevo líder, volvió a beneficiarse de la lluvia y la lotería de los neumáticos. Quitando las victorias del año pasado, cuando disponía de un coche claramente superior, Button nunca ha podido imponerse sin ayuda de los elementos. Su primera victoria fue en Hungría 2006. Entonces se aprovechó de las averías de buena parte de los favoritos, que también permitió a Pedro de la Rosa acabar segundo. La otra victoria sucedió este año en Australia, donde la lluvia puso a Alonso mirando para la salida e hizo un cóctel de buenos y malos sobre el asfalto. Además, Button necesitó ese día la rotura de Vettel, claro aspirante al triunfo.
Alonso remontó ayer durante sus continuas incursiones a boxes, después de caer a posiciones fuera de los puntos. Se deshizo de pilotos aguerridos como Petrov, Schumacher, Kubica o su propio compañero Massa en la entrada al garaje. Pero no pudo dar alcance a Rosberg aunque le recortaba una vuelta por segundo al alemán, quien en cada carrera humilla a su compañero siete veces campeón del mundo. Con el mismo Mercedes, Rosberg ya es segundo del Mundial con cuarenta puntos más que Schumacher. Las gomas de Fernando ya no estaban para florituras ni adelantamientos en las dos últimas vueltas, por lo que tuvo que dar por buenos los doce puntos de la cuarta plaza, por delante de los Red Bull.
Van solo cuatro carreras y ya se han firmado tres dobletes diferentes (Ferrari en Bahréin, Red Bull en Malasia y ayer McLaren). El 9 de mayo toca Montmeló, donde la lluvia nunca asoma y suelen ganar los mejores.