Fernando Alonso alcanzó la sexta plaza tras recuperar 18 posiciones en Mónaco, donde ganó Webber y Red Bull firmó un doblete
17 may 2010 . Actualizado a las 13:13 h.Fernando Alonso arrancó desde el garaje. Y llegó hasta la planta noble de Montecarlo. Protagonizó una remontada histórica, la mejor de su carrera, en un circuito en el que todo es mucho más caro. Sobre todo, los adelantamientos. No igualó la quinta posición que firmó Michael Schumacher desde el pit-lane en el 2006. Pero, con 24 coches en la parrilla, el asturiano recuperó en su escalada más posiciones que el alemán y avanzó un total de 18 puestos. El triunfo fue para Mark Webber. El doblete, para Red Bull. El tercer peldaño del podio, para Robert Kubica (Renault). Pero el recuerdo será para Alonso.
Los grandes pilotos acostumbran a galopar con el viento en contra. La imagen de Alonso en solitario, en el pit-lane , esperando para salir era un tanto desoladora. Pero pronto mostró su intención de convertir la carrera en los 260 kilómetros vallas de Mónaco. Ferrari arriesgó y acertó. El bicampeón dio una única vuelta y entró de nuevo a boxes para cambiar las gomas blandas por las duras y esperar que estas no se desintegraran en esa eternidad de 77 giros restantes. Un golpe de suerte redujo a cero el tiempo perdido en la parada. Nico Hulkenberg (Williams) sufrió un accidente en el túnel y el coche de seguridad neutralizó la carrera hasta la vuelta 6 reagrupando a los pilotos y pulverizó las diferencias. Tan pronto como el safety car abandonó la pista, Alonso inició su escalada. Primero cayeron Bruno Senna y de Karun Chandhok, de Hispania.
Después se encontró con Lucas di Grassi. Para entonces, Jenson Button, que comenzó como líder del Mundial, ya se había retirado por una avería. El asturiano se encontró con el cerrojo del piloto de Virgin y se lo recriminó gesticulando. Finalmente, Di Grassi cayó. Por radio, Ferrari pidió calma a su piloto. Pero Alonso había encontrado la fórmula para combatir las estrecheces del circuito. Ir cazando a sus rivales a la salida del túnel, que convirtió en una ratonera para los pilotos que le precedían. Así superó a Jarno Trulli (Lotus), a Timo Glock (Virgin) y a Keikki Kovalainen (Lotus). Dejó el furgón de cola del Mundial detrás para colocarse 16º después de solo 17 vueltas.
Pero los quince pilotos que circulaban por delante del piloto de Ferrari todavía tenían que visitar los boxes para cambiar sus neumáticos. Y, después del desfile, Alonso ascendió al sexto puesto. Aún no se había cruzado el ecuador de la carrera.
Resistieron los neumáticos
Tras la épica llegó el pragmatismo. El asturiano se dedicó a sobrevivir entre los tiburones sin sentenciar a muerte sus neumáticos. Con un inalcanzable Hamilton delante. Y la amenaza de Schumacher detrás. En cabeza de carrera, Webber, Vettel, Kubica y Felipe Massa mantenían los puestos definidos después de la salida.
El espectacular choque entre Trulli y Chandhock, a ocho vueltas del final, llevó a pista de nuevo el coche de seguridad. En la última vuelta, el safety car entró en el pit-lane , y en la curva que precede a la meta Schumacher superó a Alonso. Pero el alemán fue sancionado con 20 segundos por adelantar cuando aún regían las normas del coche de seguridad.
Alonso resiste con el talento propio de los grandes. Y Webber amenaza con convertirse en el Button de la presente temporada. De momento, aunque empatado a puntos con Vettel, está a los mandos de la clasificación del Mundial.