40 años de déficit de infraestructuras

GALICIA

Un estudio de la Fundación BBVA prueba que la inversión en esta materia desde 1965 en Galicia ha sido sustancialmente menor a la consignada para Cataluña y Andalucía

19 sep 2007 . Actualizado a las 10:33 h.

De la mano de la Fundación BBVA se ha publicado este año una valiosa estadística territorial para España y sus comunidades autónomas: se trata de las series de inversión y de stock de capital productivo actualizadas para el período 1964-2004. El trabajo realizado por un prestigioso equipo universitario no solo supone una puesta al día de entregas anteriores en cuanto al período analizado, sino que, metodológicamente, valora los distintos activos en función de su vida útil según manuales de la OCDE elaborados en el 2001. Para entendernos, es un inventario útil a efectos de evaluar la competitividad potencial de una economía regional.

Centramos aquí nuestra atención en un apartado especialmente sensible que son las infraestructuras públicas, donde se incluyen: viarias, hidráulicas, ferroviarias, aeroportuarias, portuarias y urbanas; conjunto que llamaremos abreviadamente infraestructuras. Como observamos en la tabla 1 y en el gráfico que se reproduce en esta página, si tomamos cien como valor base del stock de capital productivo en términos reales en 1965 -es decir, la posición que habría alcanzado la comunidad gallega en ese año en materia de infraestructuras-, Galicia habría septuplicado su valor (el índice alcanza un 716), aunque lo habría hecho por debajo de lo sucedido en el conjunto de España.

Es obvio que si en 1965 la dotación de estos servicios de capital suministrados por las infraestructuras públicas era inferior a la media española, durante estos cuarenta años tal diferencial, en vez de haberse reducido, habría ido ampliándose en una brecha de 131 puntos del índice. Como vemos, no habría sucedido tal cosa con Andalucía, donde se habría superado la evolución media española ligeramente. Y, desde luego, donde la evolución entre 1964-2004 supera con creces a la media española sería en Cataluña, que casi multiplicó por diez su valor superando la media española en 121 puntos del índice.

En la tabla 1 se desagrega, además, lo sucedido con tres infraestructuras públicas de muy acusado impacto en el desarrollo económico y social. Como puede observarse, las que presentan una evolución menos desfavorable en Galicia respecto a lo anotado para el conjunto de las infraestructuras serían las portuarias, que, con todo, se sitúan en la mitad del crecimiento de aquellas. Y donde la situación es más preocupante es, sin duda, en las ferroviarias y aeroportuarias.

En el caso de las ferroviarias, en Galicia apenas se habría duplicado su valor productivo en términos reales, Andalucía las habría triplicado aunque a un ritmo algo por debajo del comportamiento del conjunto de España, mientras que en Cataluña se habrían quintuplicado durante esos cuarenta años. Sin duda, en todos los casos las dotaciones ferroviarias habrían sido impulsadas por debajo del conjunto de las infraestructuras públicas, pero el avance habría sido muy desigual y desfavorable para el caso de Galicia. No aburriré al lector repitiendo los comentarios para el caso de las aeroportuarias, donde la situación es de la misma naturaleza.

Análisis optimista

Un lector o analista, digamos que optimista, podría argumentar que quizás lo que hemos comprobado para cuatro décadas no se estaría cumpliendo ya, afortunadamente, en un período más reciente. La publicación que comentamos especifica lo sucedido para los diez últimos años del período analizado (1994-2004).

Las tasas de crecimiento de los últimos diez años justificarían aún más, si cabe, la necesidad de compensar y reequilibrar una evolución desfavorable para el conjunto de la inversión en infraestructuras para Galicia. No sería esto cierto para Andalucía y mucho menos para Cataluña. Son argumentos que convendría tener muy presentes en épocas de pactos presupuestarios y de precampañas electorales en España.