El jefe del Ejecutivo gallego aprovechó ayer una comparecencia oficial con los líderes de la patronal para confirmar que el Gobierno central invertirá el próximo año en la comunidad gallega una cifra ligeramente superior a los 1.940 millones de euros, lo que equivale al 8% de los Presupuestos del 2008. Este porcentaje supera en dos puntos al peso económico y poblacional que tiene la comunidad en el conjunto del país. Touriño le dio al anuncio de la noticia un tono solemne y un aire de exclusividad, dado que hoy se conocerán más detalles de las cuentas en su presentación al Congreso en Madrid.
El líder socialista mostró ayer su convicción de que esta cantidad servirá para que el próximo año comiencen las obras del AVE de acceso a la Meseta, concretamente en los tramos entre Ourense y Zamora. Para el presidente del Ejecutivo gallego se trata de una cifra que permite mantener intacto el objetivo de que la alta velocidad llegue a la comunidad gallega en el 2012.
Los 1.940 millones suponen una inversión del Estado en Galicia un 10,7% superior a la prevista en las cuentas de este año, y que ha ascendido a la cifra total de 1.754 millones. El presidente gallego expresó su satisfacción de que, un ejercicio más, Galicia reciba una inversión territorializada del 8%, algo que calificó de «muy importante» para que la autonomía mantenga un buen ritmo de crecimiento económico el próximo año.
Críticas al PP
Al igual que hiciera hace justo doce meses, Touriño volvió a establecer una comparativa sobre el trato que han dispensado los Gobiernos centrales a Galicia en los últimos años. El líder socialista recordó que cuando Aznar era presidente la inversión media en la comunidad se situaba entre los 640 y los 650 millones de euros, cantidades que se han multiplicado casi por tres desde que Zapatero está en la Moncloa.
El presidente de la Xunta considera que con los socialistas en el Gobierno central la comunidad gallega se ha beneficiado de una estrategia de discriminación positiva, gracias a la cual las comunidades reciben más de lo que pesa su población y su PIB, de forma que pueden corregirse los desequilibrios territoriales.