Proclama en Silleda que «hoy en Galicia los ciudadanos tienen más derechos y los caciques menos privilegios»
01 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.El presidente del Gobierno sabe cuál es la asignatura pendiente con Galicia y el compromiso que le toca renovar cada vez que pisa esta tierra. En ese guión se aplicó ayer en Silleda, donde volvió a asumir el déficit histórico de la comunidad en infraestructuras para garantizar que se cumplirá el calendario de llegada del AVE, si bien no precisó que esa previsión apunta al 2012. «Los plazos de la alta velocidad y de las autovías se van a cumplir. Esta vez, Galicia no va a perder el tren como se le hizo perder tantas veces en su historia», proclamó.
En la cuarta edición de la Festa do Campo, organizada por Unións Agrarias, Rodríguez Zapatero defendió ante 12.000 personas que la asignación del 8% que recogen los Presupuestos del Estado para esta comunidad representa un paso más para alcanzar ese objetivo. Sin descender en ningún momento al detalle de las grandes cifras, el presidente destacó que el esfuerzo del Gobierno al reservar a Galicia un porcentaje mayor del que le correspondería por su peso poblacional en España (6,65%) permitirá llegar a los 2.000 millones de euros en el 2008, de los que 1.500 serán para alta velocidad y autovías.
Las cuentas prevén 172 millones de euros para la conexión de Medina del Campo con Ourense, de los que solo 18,9 son para el acceso a Galicia desde Lubián. El grueso de la asignación se concentra en la línea Santiago-Ourense (407 millones), eje atlántico (154,2), puerto exterior de A Coruña (133,9) y autovía del Cantábrico (87,3), que suman más de la mitad del presupuesto de Fomento y sus organismos. Por contra, la distribución contable seguirá ralentizando las autovías interiores.
Cordialidad con Touriño
Zapatero se mostró especialmente afectuoso con Touriño, al que ensalzó como presidente «responsable, sincero y austero». Defendió que «con Touriño como presidente de la Xunta podéis tener toda la confianza en Galicia», y concluyó que «Emilio ha hecho que el futuro de Galicia esté más cerca y que hoy, en Galicia, los ciudadanos tengan más derechos y los caciques menos privilegios».