Un informe sitúa a Galicia entre las regiones menos innovadoras de Europa pero con más potencial
GALICIA
Galicia se ha acercado en los últimos años a gran velocidad a las medias europeas de riqueza y bienestar, pero aún está a años luz de las regiones más competitivas de la Unión Europea y, por lo tanto, todavía debe hacer grandes esfuerzos para llegar a su altura y seguir convergiendo con Europa.
Esa es la conclusión que puede extraerse del Atlas Regional de la Competitividad, elaborado por la Asociación Europea de Cámaras de Comercio mediante el análisis de ocho indicadores relacionados con la competitividad en 264 regiones de la Unión Europea. En cuatro de esos capítulos, Galicia se sitúa por debajo del puesto 150 del ránking, y solo en dos se mantiene entre las cincuenta primeras.
Según los datos de Eurochambres, que fueron presentados ayer en París en la inauguración del congreso anual de la asociación, la renta gallega por habitante medida en unidades de poder de compra -una divisa ficticia que elimina la diferencia de precios por países- es de 17.416. Es decir casi cuatro veces menos que la londinense, la más alta de la Unión, aunque tres veces más que la de Yuzhen Central, en Bulgaria, que apenas alcanza los 5.500.
A la cola de España
La cifra de riqueza deja a Galicia en el puesto 173 y a la cola de las regiones españolas, por debajo de Ceuta y Melilla y solo por encima de Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha, tomando como referencia los datos de la Oficina Estadística de la Comisión Europea (Eurostat) referidos al año 2004, que son los que ha usado Eurochambres en esa parte del estudio.
Según los parámetros del 2005, Galicia es también una de las regiones con peores cifras de empleo, ya que la tasa de población activa con un puesto de trabajo apenas ronda el 61%, muy lejos del objetivo del 70% que los Veintisiete se han marcado para el año 2010. Además, el índice de empleo femenino, en torno al 51%, es uno de los más bajos de la UE, a la altura de regiones de países mucho menos desarrollados que España, como Rumanía, Polonia y Hungría.
Galicia también presenta datos muy alejados de la cabeza de Europa en materia de innovación e integración en la sociedad del conocimiento: apenas registra dos patentes industriales por habitante y año, cuando las regiones más desarrolladas superan holgadamente las trescientas, y menos del 35% de sus empresas tienen acceso a Internet, cuando la media en 130 comunidades de la UE supera el 50%. Esa situación se repite con las conexiones en los hogares, de las que están privadas cerca del 83% de las familias gallegas.
Desde que se aprobaron los presupuestos comunitarios para el septenio 2007-2013, que otorgan a Galicia más de 5.700 millones de euros en fondos estructurales y de cohesión, Bruselas ha venido insistiendo en la necesidad de que la comunidad cierre la etapa de las grandes infraestructuras y destine el grueso de las inversiones a la formación de la mano de obra y a la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación, como fórmulas para mejorar la competitividad de sus empresas y crear empleo estable y de calidad.
El estudio de Eurochambres avala esa tesis, ya que, pese a las sombras, sus datos dejan entrever que Galicia es también una de las regiones de la UE con mayor potencial: está en el grupo de cabeza de las comunidades con más kilómetros de autovía por habitante y con mayor porcentaje de licenciados superiores, y sus cifras de transporte aéreo y marítimo figuran entre las mejores de Europa.