La tostada siempre se cae del lado de la mantequilla. El hermano del dueño de un Ferrari 353 de Nigrán debería haber leído primero el libro sobre la ley de Murphy, que reza que «si algo tiene la posibilidad de salir mal, saldrá mal». Ahora él y el amigo que conducía el deportivo se enfrentan a dos años y un mes de cárcel cada uno por, supuestamente, haber falsificado un parte amistoso de accidente del coche de alta gama con el fin de engañar a su compañía de seguros y recuperar los 36.000 euros que costó el arreglo en el taller.
Todo empezó en la tarde del 15 de enero del 2003 en la autovía de Vigo a Baiona. El fiscal sospecha que Isaac G.?L. dio un paseo con el Ferrari de su hermano y dejó que tomase el volante su amigo Alberto A. de la F., que es piloto de rallies.
Todo iba bien hasta que en la rotonda de salida a playa América el conductor dio un acelerón, destrozó tres biondas y derribó un poste de hormigón. El deportivo sufrió graves daños en la defensa delantera y en la parte trasera. Los dos ocupantes salieron ilesos.
Un policía local de Nigrán que acudió en su auxilio oyó al responsable del Ferrari que gritaba al piloto: «Tanto conductor de rallies y aceleras. ¿Para qué te dejaría el coche? ¿Ahora, cómo lo arreglamos?».
La Fiscalía sospecha que, entonces, ambos amigos se confabularon para entregar a sus respectivas aseguradoras el parte amistoso de un accidente inventado. En dicho documento, Alberto A. de la F., asumía que ese día conducía un Seat Ibiza y que al entrar en la rotonda embistió por detrás al Ferrari, que salió disparado a gran velocidad, dio varios trompos y rebotó en dos guardarraíles. Por ello, se declaró culpable del siniestro y mostró fotos de unos leves rascazos que sufrió la defensa de su Ibiza para que su aseguradora asumiese la reparación del deportivo.
Los acusados insistieron ayer en que ambos conducían coches distintos. Pero ni la policía vio el Seat Ibiza en el escenario de la colisión ni los peritos hallaron restos de tal accidente, que califican de «imposible». El juicio continuará el día 6 en la quinta sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo.