El Ministerio de Fomento ha encargado un ambicioso estudio para integrar en un futuro el eje atlántico en la red española de alta velocidad. Aunque a menudo se refiere a este trazado como una línea AVE, en realidad carece de las características básicas de este medio de transporte: el ancho de vía es ibérico y no internacional y de momento no está electrificado. Aunque su velocidad máxima -230 kilómetros por hora- sí entraría en los parámetros europeos, actualmente no permitiría el paso de los trenes AVE que pueden circular a más de 300 kilómetros por hora. Tan solo se podría circular con material de ancho variable limitado a 250 km/h.
El objetivo del estudio recientemente licitado por la Dirección General de Ferrocarriles consiste precisamente en hacer permeable el eje atlántico a los convoyes de alta velocidad que, teóricamente a partir del 2012 -según el último compromiso del Gobierno-, unirían las principales ciudades gallegas con la capital de España.
El estudio tiene un plazo de ejecución de dos años y cuenta con un presupuesto de licitación especialmente alto para este tipo de consultorías técnicas: 980.000 euros.
El importante presupuesto deberá servir para coordinar los diferentes proyectos y estudios «que se han realizado, se están realizando o se van a realizar entre la frontera portuguesa y Ferrol con vistas a la puesta final en servicio del eje atlántico», se señala en el pliego de condiciones técnicas del contrato. «Dado que los proyectos y obras de los tramos han sido desarrollados durante un amplio espacio temporal, y con criterios que han sufrido modificaciones a lo largo del tiempo, se hace necesario la redacción de proyectos complementarios que homogeneicen características», se admite en el informe.
El estudio también acometerá los enlaces entre los tramos antiguos y los de nueva construcción, así como la superestructura en tramos en que no ha sido contratada, como es el caso de Vilagarcía-Padrón.
De cara a la adaptación a la alta velocidad estricta, las condiciones técnicas obligan al futuro adjudicatario a prever la implantación de los sistemas de seguridad y comunicación propios de los itinerarios por los que circulan los AVE, las conexiones con los trazados ferroviarios en construcción hacia la Meseta y todo lo referente a la electrificación de la línea.
Transformación de ancho
Respecto al ancho de vía, el informe recomienda que, con vistas a la puesta en servicio de esta infraestructura, «se efectuará el estudio y análisis de los trabajos necesarios para llevar a cabo la transformación final de la línea a ancho internacional».
Unido a este objetivo, la adjudicataria deberá llevar a cabo una estimación del tráfico de viajeros y mercancías a fecha de la entrada en servicio del eje atlántico.
Respecto a la electrificación, próximamente se licitarán las obras del primer tramo que contará con superestructura eléctrica, el que une Santiago y A Coruña.