El alcalde afirma que el aluvión del año pasado arrasó los cauces naturales de las aguas pluviales
23 nov 2007 . Actualizado a las 12:59 h.El Ayuntamiento de Oia teme un nuevo desastre porque los daños causados por los incendios y las inundaciones del año pasado han alterado los cauces naturales del monte. Mientras tanto, portavoces de la Consellería de Medio Ambiente afirmaron ayer que ya han terminado de ejecutar un plan para prevenir nuevas inundaciones que ha consistido en la limpieza de 17 kilómetros lineales en 14 ríos y que ha supuesto un desembolso de 415.018 euros.
Lo cierto es que el agua de la lluvia baja ahora por caminos vecinales y zonas pobladas arrastrando piedras y restos forestales. Así lo pudieron comprobar la tarde del pasado miércoles decenas de vecinos de las parroquias de Pedornes y de Viladesuso, las localidades que están ubicadas en la parte baja de la sierra que asoma a la costa.
Decenas de familias trabajaron durante todo el día en la limpieza del fango que entró en sus viviendas. La riada no fue tan grande como la que padecieron hace un año, pero temen volver a pasar por lo mismo porque durante los últimos días no ha llovido con especial intensidad.
El alcalde, Alejandro Rodríguez, admitió que se sienten impotentes para garantizar la seguridad de las cerca de 200 familias que residen en las zonas de mayor peligro.
El presupuesto anual de este ayuntamiento de 3.000 habitantes es de apenas dos millones de euros, por lo que no hay recursos suficientes para afrontar todas las reparaciones que están pendientes desde el año pasado. Una veintena de puentes y de muros de fincas aún no se han repuesto desde las inundaciones del 22 de octubre del 2006, según explicó el propio regidor de Oia. Afirmó que esta situación se ha agravado durante los últimos meses con la tala de árboles para la venta de madera porque la maquinaria empleada para tal fin ha movido la tierra, abierto nuevas pistas y destruido regatos, lo que también ha alterado la orografía del monte.
Causas
La Consellería de Medio Ambiente ha estudiado las causas de las inundaciones y ha concluido que se deben a la ubicación de algunas construcciones que invaden el cauce fluvial del río Seco. Es el caso de la gasolinera de Viladesuso, que el miércoles pasado volvió a sufrir las peores consecuencias de la riada. La estación de servicio está ubicada justo encima de la desembocadura de este río, cuyo cauce ha sido modificado para hacerlo pasar subterráneo, bajo el establecimiento.