La Xunta cambia su tradicional discurso de la diáspora y pone en valor el exilio de la «longa noite de pedra»

La Voz

GALICIA

11 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Los gallegos que a lo largo del siglo pasado tuvieron que dejar su país en busca de una vida mejor no solo salieron empujados por la escasez que marcó los tiempos difíciles. Muchos se vieron abocados a coger la maleta para escapar del acorralamiento por sus ideas políticas. Este exilio gallego ha quedado con frecuencia solapado en una reflexión generalista, más centrada en las señas comunes del fenómeno de la diáspora que en el tratamiento de las distintas realidades que lo alimentaron.

Pero, frente a ese discurso tradicional, el bipartito ha optado por buscar los matices y poner en valor la «emigración política». Touriño escenificó ese nuevo enfoque en su visita de la tarde del domingo, madrugada de ayer en España, al Centro Gallego de la metrópoli azteca. «México ten unha profunda pegada na galeguidade. Foi unha auténtica illa de liberdade na longa noite de pedra, en momentos de dificultade nos que soubo abrirlle as portas a tantos exiliados», reconoció, en un acto que contó con algunos emocionados representantes de los niños de la guerra, ya nonagenarios.

Diáspora emprendedora

La Xunta, que hoy homenajeará a los gallegos del exilio en el Ateneo Español, sintetizó las claves de esa mirada política sobre la emigración en un vídeo realizado para la ocasión. En la película, una voz en off recuerda a los gallegos que tras la Guerra Civil tuvieron que dejar su tierra, y subraya el compromiso del Ejecutivo «coa defensa dos intereses dos galegos que residen dentro e fóra do país». A lo largo de la grabación, personalidades del mundo de la cultura y la empresa reivindican a esa diáspora emprendedora que tiene en México uno de sus más notables referentes.

Entre otros, aportan su testimonio el rector compostelano, Senén Barro, la investigadora María Xosé Rodríguez Galdo, Neira Vilas y Javier Riera, de la Fundación para a Sociedade do Coñecemento.

El secretario de Emigración, Manuel Luis Rodríguez, enfatizó ante unas 300 personas el nuevo discurso de la Xunta. Señaló que el Gobierno autónomo «soubo adaptarse aos tempos» y que está «rompendo co pasado e coas visitas illadas» a la diáspora.

Aunque esa voluntad tampoco impide que las citas con la colectividad gallega sigan el guión de toda la vida, el que permite a Pérez Touriño disponer de su propia placa al lado de la de Fraga en la entrada de un Centro Gallego, el mexicano, que ilustra la cara más próspera de la emigración. En menos de 48 horas, la comitiva pasó de las estrecheces del histórico Centro Rosalía de Castro de La Habana a saborear canapés en el azteca sobre una confortable alfombra en cuya adquisición sus socios invirtieron este año 300.000 dólares.