El piloto del helicóptero que intervino en el accidente de Ferrol insiste en la teoría de la gran ola
28 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.El Helimer Galicia, el helicóptero de Salvamento Marítimo con base en A Coruña, es el más antiguo de su serie en el servicio en toda la costa española. Con diecisiete años operando en el litoral gallego, la aeronave, un Sikorsky S-61N de fabricación estadounidense (tiene el mismo sello que los Black Hawk del Ejército norteamericano), fue la primera en entrar en servicio en una fase de renovación de la flota nacional (a cargo de la empresa Helicsa) iniciada en junio de 1991, cuando aterrizó por primera vez en Alvedro.
El primer prototipo de Sikorsky alzó el vuelo en 1951, y desde entonces se le han hecho diversas modificaciones. Pero en la actualidad se ha abandonado la fabricación de esta serie al quedarse obsoleta frente a aeronaves más modernas.
La primera llamada de atención que tuvo Fomento, del que depende la Sociedad Estatal de Salvamento y Seguridad Marítima (Sasemar), ocurrió el 8 de julio del 2006, cuando uno de sus helicópteros cayó al agua con seis personas en su interior. El Plan Nacional de Salvamento 2006-2009 se marcó entonces el objetivo de renovar la flota con cinco nuevos aparatos.
Se firmó un contrato con la empresa italiana Augusta Westland para adquirir su modelo AW 139s, con capacidad para quince personas y que incorpora los últimos avances. Y a finales del 2007 ya había tres en Tenerife, Tarragona y Asturias. A Galicia llegará el sustituto del actual Helimer en octubre de este año o en febrero del 2009, según las previsiones de Fomento. El Sikorsky gallego es el que más operaciones realizó de España en el 2006, según la última memoria de Sasemar.
Habla el piloto
Mientras, Luis Suárez, el piloto que manejaba el Helimer Galicia el día del siniestro, insiste en que fue «una ola de grandes dimensiones» lo que rompió el cable y que hay pruebas de ello, ya que la operación de rescate está grabada en vídeo. En declaraciones a Radio 5, el comandante del helicóptero añadió que sí es posible que una ola destroce el cable, como ya ocurrió en operaciones de remolque a barcos. Defendió el estado del material con que trabaja y que está desolado por el accidente.