Un fuego intencionado destrozó en la madrugada del domingo al lunes cuatro camiones de la empresa López Cao, además de una retroexcavadora mixta y una autohormigonera. Todos estos vehículos estaban estacionados en el interior de dos recintos vallados y cerrados, situados junto a la cantera de la empresa, conocida como Santa Cristina, y a escasos metros del lugar de Anllóns y de Ponteceso.
Entre ambos recintos pasa la carretera que enlaza el municipio con la AC-552. Los separan unos cincuenta metros, de modo que los autores del sabotaje -posiblemente conocedores de la zona- tuvieron que emplearse a fondo para escapar de las llamas provocadas sin que nadie se percatase de su presencia.
Hasta algo más de las dos de la madrugada varios obreros permanecían en la planta, que produce asfalto y aglomerado en caliente. Fue dos horas más tarde, en torno a las cuatro, cuando comenzaron las llamas, que fueron advertidas por un vecino que avisó de inmediato a Emergencias. Al lugar acudieron los bomberos de Carballo que, con dos camiones y ayudados por empleados de la cantera, con un tractor con cisterna y extintores, lograron apagar las llamas sobre las seis y media de la mañana.
Lo que quedó tras el incendio fue, por un lado, un camión de cuatro ejes y otro cisterna totalmente destrozados, ambos en la parcela inferior. Al otro, dos cabezas tractoras quemadas y dos semirremolques, uno de ellos -aún sin estrenar- con más daños que el otro. Un tercero situado a pocos metros fue el único que se escapó de la quema, que probablemente se realizó con gasolina. Ardió además una autohormigonera y una retroexcavadora mixta, esta propiedad de la empresa de Alejandro Martínez, de Coristanco. Estaba allí aparcada porque el empresario tiene obras en la zona.
El gerente de la empresa, Manuel López Grobas, calcula daños superiores a los 300.000 euros. No encuentra la más mínima explicación a este hecho: «Temos boas relacións con todos, non temos enfrontamentos, non debemos nada a ninguén, creamos moito emprego, non tiveramos ningún aviso de nada. O dano moral é enorme. Confío na investigación», aseguró. De ella se encarga la Guardia Civil de Ponteceso y Carballo, los especialistas en incendios y la Policía Judicial.
La empresa López Cao tiene una plantilla directa en la zona de 180 trabajadores, además de unos 30 camiones. Muchos estaban aparcados unos metros más arriba, pero no fueron afectados. López Grobas explicó que, de habérselo propuesto los saboteadores, los daños podrían haber sido incluso mucho mayores.