La eterna polémica que rodea la gestión urbanística en Vigo provocó ayer el desbordamiento de los portavoces del PP, acosados por el alcalde vigués tras los reveses judiciales del proyecto Finca do Conde, un centro comercial y dos torres de viviendas ya finalizadas que han sido declaradas ilegales por el Tribunal Supremo.
El incidente se produjo en la Gerencia de Urbanismo y tuvo como principales protagonistas al alcalde socialista, Abel Caballero, y al ex concejal de Urbanismo del PP, José Manuel Figueroa. No obstante, la nota más ácida la aportó la líder del PP vigués, Corina Porro, quien dedicó un descalificador «¡Heil Hitler» a Caballero cuando este levantó la sesión negándose en tono cortante a responder a un ruego del PP.
Previamente, Figueroa había decidido también llegar muy lejos cuando optó por dedicar al alcalde una frase que los presentes entendieron como una amenaza. «Tenga cuidado con las decisiones que toma usted, que a lo mejor tiene más cosas que ocultar que otros». Caballero saltó como un resorte y le exigió explicaciones, que el portavoz del PP no le negó: «No calumnie y no difame; puede decir lo que le dé la gana y yo también, bajo mi responsabilidad. Si sigue por ese camino no nos vamos a callar, ya que no tenemos nada que ocultar».
En apariencia, el PP estalló ayer después de varios meses escuchando cómo Caballero les exige responsabilidades «políticas» por conceder años atrás la licencia del centro comercial Gran Vía, en Finca do Conde, cuando existían sentencias no firmes que lo ilegalizaban. El alcalde no quiso entrar en el fondo de esta advertencia, y afirmó: «Mi trayectoria política es clara. Ni mucho menos necesito defenderme, me defienden mi historia y mis hechos; otros no pueden decir lo mismo».