Un vecino de Chandrexa de Queixa (Ourense) ha sido imputado por la Guardia Civil de A Pobra de Trives como el presunto autor del incendio que hace diez días se produjo en su casa, situada en el lugar de San Fiz.
Armenio A.?C., de 58 años, es el principal sospechoso de ser el autor del fuego intencionado que se declaró en la vivienda el pasado 1 de abril. Según las pesquisas policiales, una sucursal bancaria iba a ejecutar próximamente el embargo del inmueble por el impago de deudas que acumulaba su propietario. Al parecer, este decidió quemarla antes de que esto sucediera.
Ambos sucesos levantaron una gran expectación en el pequeño pueblo de San Fiz. Primero por el impresionante incendio, que durante cinco horas convirtió en pasto de las llamas una de las casa señoriales más importante de la zona: la de Os Ferreiros de San Fiz, un inmueble hecho en piedra cuya estructura interior de madera resultó la peor parada. Y ayer de nuevo ante la noticia de que había sido Armenio el autor del suceso. Se trata de un vecino muy conocido en el lugar, al que todos califican de «moi boa persoa», pero al que todos asocian también con una fuerte adicción a la bebida. Algunas voces apuntan precisamente a su afición por el alcohol como la causa de una situación límite: estar agobiado por las deudas y «loquear» hasta el punto de decidir quemar la que durante años fue su casa.
Pero su vida no siempre fue así. Armenio A.?C. es un portugués que hace unos 20 años llegó a Chandrexa procedente de su Portugal natal para buscar trabajo. Y fue aquí donde conoció a la que durante años fue su pareja, la propietaria de la casa quemada, descendiente de la acaudalada estirpe de Os Ferreiros. «El andaba nas obras e tamén tiña ovellas, e ela cobraba unha paga», apunta una vecina. Así que, dice, «vivían bastante ben». Las cosas se torcieron económicamente hace algunos años, por lo que la pareja decidió hipotecar la vivienda. Después él fue prejubilado y empezó a cobrar una paga por enfermedad.
Tres o cuatro años atrás
Hace un lustro ella falleció, dejando la propiedad a Armenio, a quien cada vez se le fue haciendo más difícil hacer frente a la hipoteca. Los impagos se fueron acumulando hasta que «fai tres ou catro anos», apuntan otros vecinos, el banco lo obligó a abandonar la vivienda.
Se trasladó entonces a vivir al pueblo cercano de Celeiros, en una casa alquilada donde todavía reside, pero en cuyas inmediaciones ayer nadie lo vio. «Onte estivo por aquí», explicaban en un bar cercano a su residencia, algo apartada del centro, «pero hoxe, nin rastro».
Los que lo conocen destacan de él que es «moi boa persoa, que da todo o que ten polos demais» y que «non é nada violento». Su problema, señalan unos y otros, es que «bebe moito», cuestión que achacan a que «tivo mala sorte».
Dicen que con el alcohol comenzó su desgracia, en la que se ha ido sumiendo en los últimos tiempos. «Ten o defecto de que cando se emborracha non sabe o que fai», dice una vecina que incluso llega a calificarse como «amiga» del imputado. Se muestra sorprendida por el hecho de que sea él el autor del incendio. «Hai uns días que se comentaba polo pobo, pero a verdade é que eu non sei nada; pero se foi era porque bebera e non sabía o que facía», defiende.
El caso está ahora en manos del Juzgado de Instrucción de Trives.