Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

La supresión de ciclos de ESO obligará a 300 escolares a recorrer hasta 30 kilómetros

Susana Peña

GALICIA

23 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El cierre del primer ciclo de educación secundaria obligatoria (ESO) en 12 centros de primaria de la comunidad que aún impartían estos cursos obligará a los 291 alumnos de estas aulas a recorrer una distancia de hasta 30 kilómetros para desplazarse hasta los centros de secundaria a los que serán derivados.

Esta medida afectará a los siete centros de educación infantil y primaria (CEIP) de los municipios lucenses de Portomarín, Paradela, Samos, Triacastela, O Incio, Abadín y Baleira, de donde 129 alumnos serán trasladados a centros de secundaria de Vilalba, Castroverde, Lugo y Sarria. En la provincia de Pontevedra, serán cuatro los colegios en los que se suprimirá el ciclo, en Agolada, Crecente, Arbo y Covelo, con 145 alumnos afectados que continuarán sus estudios en centros de Lalín, A Cañiza, As Neves y Ponteareas. En Ourense, el único colegio en el que se aplicará esta medida será en el de Cortegada, cuyos 17 escolares serán trasladados a Ribadavia.

Para desplazarse a los lugares de destino, los niños deberán recorrer una distancia muy superior a la que realizaban hasta su colegio actual, y que va desde los 12 kilómetros que hay entre Samos y Sarria, hasta los 28 entre Portomarín y Lugo. Pero no todos harán los mismos trayectos. La dispersión geográfica y la cabecera de comarca de muchas de estas localidades provoca que la gran mayoría de los alumnos procedan de parroquias cercanas, de modo que a los recorridos entre los centros habrá que sumarles los que realizarán los chavales hasta llegar al colegio de origen, desde el que serán trasladados en autobús hasta el centro de secundaria. En estos casos, los trayectos que realiza el transporte escolar pueden llegar a los 38 kilómetros para algunas parroquias de Portomarín, o a los 31 que hay, por ejemplo, entre Filgueira, en Crecente, y A Cañiza.

De hecho, en las zonas más alejadas, los niños deberán realizar hasta dos transbordos para llegar a clase, desde que salen de sus casas -en taxi o transporte privado- hasta que llegan a la parada del autobús que les lleva al colegio y, una vez allí, volver a coger otro que los traslade al centro de destino. Tampoco ayuda el estado de las carreteras: es el caso de la que comunica Arbo y A Cañiza, con gran cantidad de curvas y bancos de niebla. Estos trayectos, según los concellos afectados, podrían durar como mínimo una hora.

Reestructuración de las rutas

Ante esta situación, los delegados de Educación de las tres provincias afectadas se reúnen estos días con las asociaciones de padres de alumnos, para acordar una reestructuración de las rutas del transporte escolar que optimice el servicio y que, previsiblemente, podría ver la luz el próximo año.

La consellería justifica esta medida en la necesidad de cumplir la normativa vigente que obliga a implantar la totalidad de estos ciclos en los centros de secundaria el próximo curso y poner fin a la situación provisional que mantenían estos colegios de primaria. El único CEIP que continuará impartiendo los dos primeros cursos será el Antonio Blanco Rodríguez de Covelo, que esperará hasta septiembre del 2009 para trasladar a sus alumnos, una vez que las obras del nuevo IES de Ponteareas estén finalizadas.

Por su parte, el PPdeG calificó ayer la supresión de los ciclos de «capricho» de la conselleira, que fue tomada «a espaldas de la comunidad educativa». Además, los populares criticaron la falta de apuesta por el medio rural con esta medida, «en una estrategia de desmantelamiento de servicios, contraria a toda lógica política y pedagógica», aseguraron.