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Pican parte de una iglesia de Baiona para que pase un camión

GALICIA

31 may 2008 . Actualizado a las 03:45 h.

Los vehículos ya pueden pasar por el estrecho camino que conduce a la entrada exterior de la sacristía de la antigua colegiata de Baiona. Para ello, solo ha habido que destrozar una pizca del rico patrimonio local del casco histórico de la real villa, uno de los contrafuertes laterales, para aumentar unos centímetros la distancia existente entre el templo románico y el muro que lo circunda.

Naturalmente, la Dirección Provincial de Patrimonio no se ha quedado impasible ante este atentado y ha abierto un expediente informativo que podría derivar en una sanción a sus responsables. El concejal nacionalista de Baiona, Xosé Enrique Fernández, afirma que el caso fue denunciado hace unas semanas por unos peatones cuando vieron cómo varios obreros estaban picando en la parte baja del contrafuerte. El párroco, don Moisés, afirmó ayer que no se acuerda de nada.

Pero las pruebas de la desfeita están ahí. La esquina del contrafuerte ha sido comida desde el suelo y hasta una altura de un metro y medio. Se observa que la fisura abierta es reciente porque todavía no ha sido atacada por la humedad. Fue el cura adjunto de la parroquia, el padre Javier, quien aportó algo de luz sobre el misterio. Recientemente, hubo que realizar unas reparaciones en el tejado motivadas por el desprendimiento de una de las gárgolas ubicadas en lo alto de la iglesia. El sacerdote reconoció que hubo que picar un poco para que pasara un camión, aunque la gárgola nunca se llegó a reponer ni se sabe dónde está.

El religioso se extrañó de que Patrimonio se preocupe ahora por esta actuación «cuando nunca nos ha dado un duro para arreglar la iglesia y eso que este año tuvimos que invertir 6.000 euros en retejar», aseguró. Durante los últimos años, se ha agudizado su mal estado, a pesar de que es uno de los monumentos artísticos más valiosos de Baiona.

Ahora el problema ya ha sido corregido. Lo que no se sabe a es qué empresa pertenecen los operarios que supuestamente picaron el contrafuerte y si lo hicieron por iniciativa propia o no.

Don Moisés no sabe nada y el padre Javier tampoco lo recuerda. Podría ser un secreto de confesión. Se dice el pecado, pero no el pecador.