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El Supremo confirma la pena al narco gallego que abastecía a Trashorras

J. Á. Fariñas

GALICIA

17 jul 2008 . Actualizado a las 02:33 h.

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 10 años y medio de cárcel y 200.000 euros de multa impuesta por la Audiencia Provincial de Asturias al gallego Marcos Barreiro Magán, el suministrador de cocaína y hachís de José Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro Castro, dos de los integrantes de la trama asturiana que vendió los explosivos empleados por los islamistas en la voladura de los trenes el 11 de marzo del 2004 en Madrid.

El alto tribunal también confirma las condenas por tráfico de drogas impuestas a Trashorras y Toro, de diez y once años respectivamente. El fallo solo absuelve a tres de los condenados por la audiencia asturiana.

Un camarero

Marcos Barreiro, un joven camarero de Pontecesures afincado en Vilagarcía, donde fue detenido en su día en el marco de la denominada operación Pipol, era el principal suministrador de cocaína de los asturianos y solía viajar con Antonio Toro a Andalucía para proveerse de hachís, según la sentencia. El cuñado de Trashorras se encargaba de distribuir esta sustancia en Asturias y Barreiro Magán, en Galicia.

Relata la sentencia que la policía llegó a él tras intervenir el teléfono de Laurencio Castaño García, un policía local del San Martín del Rey Aurelio.

Las investigaciones acreditaron que el 13 de abril de 2001 le compró al camarero arousano una partida de 5 kilos a 5,9 millones de pesetas el kilo y volvió dos días más tarde por otros cinco.

La coca, de Madrid

Relata igualmente el fallo que Marcos Barreiro compraba la cocaína en Madrid a una tal Ana que no llegó a ser identificada en el transcurso de la investigación.

Explica que el hachís lo adquiría en el sur de la península «siendo ayudado en sus viajes por Antonio Toro, con el que colaboraba José Emilio Suárez Trashorras en labores tales como las de alquilar los vehículos y en las de recibir la droga adquirida en los mismos, aunque estos últimos también traficaban por su cuenta, independientemente de Marcos Barreiro».

La sentencia relata pormenorizadamente cuatro viajes de Marcos Barreiro a Madrid y al sur de la Península para adquirir droga. A la capital de España siempre iba solo, y al sur solía viajar en compañía de Antonio Toro.

Explica igualmente la resolución judicial confirmada por el Supremo que Marcos Barreiro tenía sus propios clientes en Asturias, al margen de Antonio Toro y Suárez Trashorras, a quienes solía vender la cocaína por kilo, a razón de 5,5 millones de pesetas. Precio al que había que añadir otras 50.000 más para el transportista, que no era otro que Antonio Toro.