El Consello de Contas, en su informe del 2005, de la época de Fraga, destaca la concentración en pocas manos del negocio hidráulico y los múltiples casos de transferencia nada más producirse las adjudicaciones. Subraya que los aprovechamientos hidráulicos fueron concedidos primando la potencia eólica, sin considerar posibles agresiones ambientales. Contas destaca además la premura al otorgarse las licencias, sin comprobarse incluso la solvencia de las empresas beneficiarias, a veces sin experiencia en el sector o constituidas días antes. Algunos expedientes se resolvieron «cunha celeridade pouco habitual» el mismo día que el informe medioambiental. El Consello de Contas cita el caso del Concello de Ourol, que al principio iba a ser titular de un aprovechamiento hidráulico, pero luego cedió la explotación, que pasó a manos de Luis Castro Valdivia, cuñado del ex director xeral de Industria en el Ejecutivo del PPdeG Ramón Ordás.