Juan Antonio Gabarres y una vecina entraron en una casa en llamas y salvaron de una muerte segura a la hermana de Periquín , el septuagenario que pereció en el fuego originado en un piso social del barrio de Teis.
La teoría que maneja la policía es que el incendio se produjo «fortuitamente». No obstante, agentes de la Policía Científica tomaron ayer pruebas en la vivienda arrasada. Los bomberos sospecharon inicialmente que ardió un líquido inflamable. Algunos vecinos mantenían ayer que los tres hermanos discutían mucho y que, hace días, presenciaron cómo la mujer y un hermano peleaban en el balcón con un cuchillo en la mano. Otros creen que Periquín causó el fuego cuando fumaba.
Gabarres desmiente que hubiese tales peleas. Vive enfrente y conoce desde hace años al fallecido J.?R.?E., Periquín, y a su hermana. «Jamás los he visto discutir. Eran muy tranquilos. Periquín tenía una deficiencia pero era buena persona. Le gustaba jugar con mis hijos pequeños desde la ventana», comenta emocionado. Este recuerda cómo la noche del miércoles llegó a su barrio de Teis con la furgoneta y vio arremolinados a decenas de vecinos que observaban a la hermana de Periquí n rodeada de humo en el balcón y aturdida. Gabarres dice que subió a la casa en llamas porque conocía a la mujer. «Entré por vergüenza, porque nadie, ni hombres jóvenes, hacían nada. Parecía como si mirasen una película en el cine», relató ayer muy indignado.
El héroe local logró que le abriesen el portal y subió por las escaleras inundadas de humo. «Perdí dos tenis que me costaron 12.000 pesetas y se me rompió una camiseta», indica. Él y una vecina que bajaba del tercero rompieron la puerta y se orientaron entre el humo. «Aquí todos los pisos son iguales», dice Antonio. Pero la víctima no quería abandonar el balcón.
Explosión
Entonces, oyeron una explosión que destrozó los cristales. «Pudo ser el reventón de la tubería de gas», dice. Antonio se quedó solo junto a la víctima, quien gritaba: «¡Mi piso, mis hermanos!». «La agarré y la bajé a rastras hasta la calle», relata. Los bomberos rescataron a un tercer hermano con intoxicación de humo y que ya salió de la uci fuera de peligro. Juan Antonio lamenta no haber podido salvar a Periquín . Intentó regresar a la casa en llamas pero no era posible. «No fui capaz. Sabía que el que entrase no salía vivo de allí. Tenía miedo de que explotase una bombona», confiesa este padre de dos pequeños.
Antonio recibió ayer numerosas muestras de enhorabuena, «sobre todo de señoras».