Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

La Xunta enviará a un museo las piezas encontradas en el relleno de un sendero de Baiona

GALICIA

17 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La Consellería de Cultura enviará a un museo público los restos arqueológicos más interesantes que han aparecido dentro del relleno de escombros que la comunidad de montes de Bahíña, en Baiona, utilizó para acondicionar una pista forestal.

La mayoría son pequeños trozos de tejas y de cerámica de unos 1.600 años de antigüedad, y destaca una pieza tallada que podría haber formado parte de una construcción romana. Los hallazgos están actualmente en manos del particular que los encontró de manera casual mientras paseaba por el monte, hasta que los responsables de Patrimonio determinen el lugar en el que queden depositados definitivamente.

Los arqueólogos de Patrimonio y la Policía Autonómica mantienen abierta una investigación para determinar el origen de los restos arqueológicos.

El presidente de la comunidad de montes de Bahíña negó ayer que procedan de las obras del geriátrico que la Fundación San Lorenzo está construyendo en Panxón. Los arqueólogos descubrieron en este lugar los restos de un antiguo alfar. El equipo dirigido por la especialista Rosa Villar se encargó de recuperar todos estos vestigios, que ya han sido catalogados en un inventario y han sido objeto de un estudio que se dará a conocer dentro unos meses.

La Fundación San Rosendo llevará a cabo, además, un proyecto de musealización del entorno de la residencia de ancianos para que el público pueda apreciar el yacimiento.

Una obra de Panxón

La comunidad de montes recibió los restos arqueológicos mezclados entre los escombros de la obra de construcción de un edificio que está situado en el centro de Panxón, a unos 50 metros de donde se encuentran las obras del geriátrico.

Se trata de una promoción de viviendas iniciada por el empresario del Val Miñor Carlos Rocha, que el pasado mes de enero fue detenido por un presunto delito de blanqueo de dinero en el marco de una operación del Servicio de Vigilancia Aduanera.

Las obras de este edificio comenzaron el año pasado sin licencia municipal e incluyeron la realización de unas excavaciones que se llevaron a cabo sin seguir ningún control arqueológico.

Por este motivo aparecieron restos de la época romana mezclados entre los escombros que la comunidad de montes utilizó para aumentar la consistencia de una pista forestal.

Para el arqueólogo de Baiona Xosé Lois Vilar, este caso supone un problema de contaminación en el monte que en el futuro podría también desorientar a los investigadores, así como una muestra de cómo el crecimiento urbanístico está acabando con el rico patrimonio arqueológico de Panxón. Algunas piezas procedentes de esta localidad están en manos de particulares. Hace diez años fue subastado un mosaico de gran valor, que fue adjudicado a un coleccionista inglés, después de que no pujara ninguna institución gallega.