Galicia registró durante julio y agosto 991.342 visitantes que contuvieron el gasto
21 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Pudo ser mucho peor». Esa es la frase con la que un hostelero de Sanxenxo resume la campaña de verano del 2008. No está equivocado. Las reservas previstas en Galicia en los días previos a julio y agosto vaticinaban una de las peores temporadas de los últimos años, pero las cifras provisionales de ocupación correspondientes a ambos meses muestran que la comunidad ha logrado capear la crisis mejor que otras. Los datos que maneja la Confederación de Empresarios de Hostelería de Galicia (Cehosga), a la espera de contabilizar todavía las pensiones, hablan de ligeros descensos de la ocupación de un 2,5 y un 3% en julio y agosto, respectivamente, lo que mantiene prácticamente la ocupación con porcentajes que rondan el 60%, en julio, y el 70%, en agosto. Los porcentajes fueron alimentados, sobre todo en los últimos días de agosto, por las ofertas de última hora. Pero ese buen resultado viene acompañado de una caída del 15% en el gasto medio realizado por los turistas que viajaron a Galicia. El presidente de Cehosga, Juan Silva, pone un ejemplo de lo que ha ocurrido. «Conto o caso dun establecemento de Santiago que tivo un 3% máis de clientes, pero tivo un 11% menos de facturación», comenta.
Las cifras estimadas que maneja la Consellería de Industria son semejantes. Hablan de un incremento de turistas del 1,1% durante ambos meses en relación al 2007, al alcanzar los 991.342 este año. La Xunta también constata que los viajeros han contenido el gasto. Pero el sector hostelero gallego, que aporta un 11% al producto interior bruto de la comunidad y un 13% al empleo, no dibuja un escenario homogéneo en todo el territorio. Una de las provincias peor paradas en cuanto a ocupación fue Ourense. «Foi un verán complicado. Houbo establecementos que chegaron ao 85% de ocupación, pero a media está no 33%. Os restaurantes de prezo medio-alto levárono mal», ratifica el responsable de los hosteleros ourensanos, Ovidio Fernández Ojea.
En el extremo contrario está la provincia de Lugo, que, según los datos facilitados por la Asociación Provincial de Hostelería, superó el 90% de ocupación en agosto, tanto en A Mariña como en la zona de los cañones del Sil o Monforte de Lemos.
Mucho más optimista que los hosteleros ourensanos es el responsable del Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo, Francisco González. El ayuntamiento pontevedrés, con 13.000 plazas hoteleras, más que las que tienen por separado las ciudades de Ourense o Lugo, es uno de los referentes del turismo de sol y playa en Galicia. El responsable de sus hosteleros explica que una ocupación del 62,29% en julio y un 87,02 en agosto pueden parecer unos malos datos, «pero para nosotros son muy buenos en el contexto que estamos viviendo, comparando con lo ocurrido en Andalucía o Canarias». Todo pese a reconocer incluso que hay establecimientos en una zona como esa, con 13.000 plazas hoteleras, en los que el consumo llegó a caer hasta un 25%.
Los resultados del verano han hecho que muchas asociaciones piensen en estrategias para paliar los efectos de campañas como esta, sobre todo en aquellas áreas más dependientes de un tipo de turismo estacional.