Los demás emigrantes únicamente podrán obtener la nacionalidad si sus abuelos se la dan primero a sus padres
04 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.El pasado mes de diciembre el Congreso aprobó la Ley de Memoria Histórica, que incluye en su disposición adicional séptima la posibilidad de que los hijos de emigrantes españoles residentes en el extranjero puedan adquirir la nacionalidad española sin el requisito actual de que al menos uno de sus padres hubiera nacido en España. Esa disposición extiende el derecho a adquirir la nacionalidad a «los nietos de quienes perdieron o tuvieron que renunciar a la nacionalidad española como consecuencia del exilio».
La diferenciación entre los nietos de los exiliados y los del resto de los emigrantes a la hora de poder optar a hacerse español provocó una gran polémica política. Desde el Gobierno se explicó entonces que todos los nietos de emigrantes españoles podrían adquirir la nacionalidad y que se aprobaría de inmediato un real decreto con el reglamento que aclararía el procedimiento.
Nueve meses después de aprobarse esa ley, el Gobierno sigue sin aprobar el reglamento sobre la posibilidad de que los nietos de emigrantes se hagan españoles, pero según ha podido saber La Voz de Galicia, a día de hoy la intención es que la norma final mantenga la discriminación entre exiliados del franquismo y otro tipo de emigrantes. La explicación que se da desde el Gobierno es que se trata de un reconocimiento especial a los represaliados por Franco que justifica la inclusión de esta normativa en la Ley de Memoria Histórica.
Sin haber nacido en España
Los socialistas aclaran en cualquier caso que se trata de una diferencia meramente simbólica, ya que, en realidad, según su criterio, cualquier nieto de español en el extranjero podrá obtener la nacionalidad si lo desea. Para ello bastará con que su padre se haga español y, dado que ahora no se exige que el padre haya nacido en España para obtener la nacionalidad, este podrá transmitir luego la nacionalidad a su hijo. Así las cosas, los únicos descendientes de tercera generación que podrán hacerse españoles directamente serán los exiliados del franquismo.
Además de esa exclusión, el Gobierno se plantea también fijar un límite temporal para ser considerado exiliado a afectos de hacerse español. De prosperar esta idea, los nietos de expatriados que podrán adquirir la nacionalidad española serían solo aquellos cuyos abuelos hubieran abandonado España entre los años 1936 y 1939 y que hubieran salido del país huyendo del franquismo, lo que limitaría mucho el número de peticiones, para las que hay un plazo de dos años desde que la norma entre en vigor en el 2009.