El presidente señala que la decisión la tomó la conselleira, «en función, é de supor, dunha perda de confianza»
29 sep 2015 . Actualizado a las 17:03 h.El Consello de la Xunta aprobó ayer el cese de Carlos Alberto Amoedo como secretario xeral de Cultura, y el nombramiento para ocupar ese cargo de Xosé Carlos Sierra, hasta ahora delegado provincial de la consellería en Ourense, que pasa a ser el nuevo número dos del departamento que dirige la nacionalista Ánxela Bugallo. El jefe del Ejecutivo, Emilio Pérez Touriño, explicó, a preguntas de los periodistas en la comparecencia posterior a la reunión semanal del Consello, que la destitución tiene lugar a propuesta de la propia conselleira, «que entende que necesita cambiar ao secretario xeral e pór a outro, en función, é de supor, dunha perda de confianza derivada dunha situación razoable que pasa nos ámbitos normais de xestión de calquera consellería», apuntó. Cultura relacionó el cese, que se produce en el tramo final de la legislatura, con el deseo de Bugallo de realizar una «reestruturación» de su equipo, aunque no concretó si habrá nuevos relevos. La destitución del secretario xeral, que por el momento elegido cogió por sorpresa a los propios funcionarios de Cultura, llega después del varapalo de la Xunta a la consellería por vulnerar la normativa vigente en los contratos de la Feria del Libro de La Habana, celebrada en febrero pasado. La Intervención Xeral de la Xunta elaboró un informe en el que observa que Cultura «omitiu» el procedimiento y la forma de contratación regulados por la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, y que obvió el trámite de fiscalización previa que es preceptivo para estos gastos. La Intervención Xeral de la Xunta emitió ese informe después de que la Consellería de Cultura tuviera que recurrir al Consello de la Xunta para convalidar las facturas del certamen literario cubano, en el que Galicia participó como «país convidado». El interventor recordó que ese recurso al Consello para justificar los gastos tiene «carácter excepcional». Pero, además del informe en el que la Intervención Xeral opina que se conculcó la normativa sobre publicidad y concurrencia, y también los procedimientos de licitación y adjudicación pública, el expediente de convalidación de gastos de la feria de La Habana suma 208.000 euros a los 1,28 millones reconocidos oficialmente por la consellería. De la docencia, al sindicato Ese informe, insólito en la Administración gallega, debilitó la posición del secretario xeral de Cultura, que llegó a la Xunta desde el ámbito de la representación sindical en la central nacionalista CIG. En ese círculo sindical, relacionan a Carlos Alberto Amoedo con el entorno del portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, con el que coincidió como profesor de Derecho en la Universidade da Coruña. Según funcionarios de la consellería, la relación de Amoedo con Ánxela Bugallo se había deteriorado hace meses, hasta el punto de que la conselleira, que también ha ido cediendo protagonismo en el área nacionalista del bipartito, esperó hasta el mediodía del miércoles para comunicarle que en el Consello del día siguiente sería destituido. Además del controvertido caso de las facturas de La Habana, el secretario xeral cesado ha tenido que gestionar en estos tres años otros proyectos delicados, como las obras del Gaiás o la puesta en marcha de la Axencia Galega das Industrias Culturais, un ente creado por el bipartito para sustituir al Igaem. En su constitución, la Xunta obvió un informe contrario del Consello Económico e Social, en el que el órgano consultivo alertaba que la operación supone «unha escusa para evitar os controis propios do dereito público». El PPdeG interpreta el cese como «un dos últimos estertores dunha consellería consumida polas irregularidades», y prevé que habrá más destituciones.