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El embalse de Fervenza está al 30% un año después de quedarse seco

GALICIA

10 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Hoy se cumplirá un año desde que el embalse de Fervenza, uno de los mayores de Galicia, se quedó seco provocando la muerte de miles de truchas y escalos.

El 10 de noviembre del 2007, tras uno de los otoños más secos que se recuerdan, el pantano situado en la Costa da Morte se quedó prácticamente sin agua. En poco más de ocho meses, Fervenza pasó de tener cerca de 100 millones de metros cúbicos de agua embalsada a quedarse a cero. Aquel 10 de noviembre los vecinos de la zona vieron cómo buena parte de la fauna del embalse flotaba panza arriba frente a los muros de hormigón de la presa.

La Consellería de Medio Ambiente intervino entonces para disminuir el caudal ecológico de Fervenza e impedir que el charco de agua que aún quedaba se vaciase por completo.

Desde entonces, el pantano ha iniciado una lenta recuperación. Esta semana, según datos proporcionados por Augas de Galicia, la presa que comparten los municipios de Dumbría, Mazaricos, Zas y Vimianzo estaba algo por encima del 30% de su capacidad máxima. La media de los últimos nueve años en Fervenza es del 50% y la presa no solo está lejos de esa cifra, sino que también es la que tiene datos porcentuales de ocupación más bajos de toda la cuenca Galicia-costa, en la que figuran 15 embalses.

Por aquel desastre se abrió un proceso judicial aún no cerrado, en los juzgados de Corcubión, en el que figuran como imputados responsables de la empresa que gestiona el embalse, Ferroatlántica, y de Augas de Galicia, entidad responsable del control de los embalses.

Ese proceso sigue hoy su curso sin que haya una fecha cercana para su finalización.

La mayor multa en Galicia

Pero no solo actuaron los tribunales. Por su parte, la Consellería de Medio Ambiente abrió un expediente que, finalmente, desembocó en la imposición a Ferroatlántica de la mayor sanción puesta nunca en Galicia a una empresa por daños al medio ambiente.

El departamento que dirige Manuel Vázquez consideró que la empresa había actuado irresponsablemente y que se había lucrado liberando agua en Fervenza para mantener lleno otro embalse de Ferroatlántica río abajo en el cauce del Xallas, el de Santa Uxía, donde, según la Xunta, habrían seguido produciendo electricidad en plena sequía. Por todo ello obligaban a pagar a Ferroatlántica 600.000 euros.

La empresa explicó que un mes antes del desastre había dejado de producir electricidad en Fervenza -donde también tiene turbinas- y que desde ese momento tan solo había mantenido el caudal ecológico que marca la normativa.

Actualmente el embalse de Santa Uxía, mucho más pequeño, está al 90% de su capacidad. Sus 18 hectómetros cúbicos suelen estar, incluso en verano, cerca del 100%.

La empresa acudió al contencioso en Santiago por considerar que la sanción impuesta debía quedar en suspenso mientras no finalizase el proceso judicial abierto, que legalmente prevalece sobre los procedimientos administrativos. La Sala de lo Contencioso del Juzgado número 2 de Santiago dio la razón a Ferroatlántica y la jueza paralizó el expediente. Medio Ambiente respondió recurriendo al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia para que revocase la decisión del contencioso. Será pues el alto tribunal el que decida.