El PP desempolvó ayer en Santiago uno de sus mensajes predilectos para movilizar su maquinaria en época preelectoral: la idea de la victoria en Galicia como trampolín para recuperar el poder en España. Como ya hiciera Fraga en el prólogo de las autonómicas del 2005, al invocar que Galicia es la Covadonga del Partido Popular, Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijoo presentaron los próximos comicios como el punto de partida para la reconquista de la Moncloa. El presidente del partido aseguró, en un acto de aclamación del candidato al que no acudió Fraga, que Núñez Feijoo tendrá todo el apoyo del aparato del PP para ganar la «batalla» gallega. «Creemos en ti, aquí y en toda España, y juntos vamos a recuperar el poder», proclamó el pontevedrés.
Ante más de 5.000 bulliciosos simpatizantes, el líder del PP insistió en que Feijoo es «el mejor presidente» para pasar página a la experiencia del bipartito, que desacreditó como «la historia de una oportunidad perdida». Con las denuncias sobre los despilfarros del actual Gobierno como munición, Rajoy cargó con dureza contra la gestión de la alianza PSOE-BNG que gobierna la Xunta: «No queremos que se hable de una Galicia en la que alguien arregla sus despachos, compra coches o simplemente se infla a mojitos». Concluyó que los socios del bipartito «lo han hecho muy mal, se han peleado, gastan el dinero en lo que no deben gastarlo y no tienen ningún respeto por el contribuyente», recriminó.
Rajoy buscó en las críticas al Ejecutivo el realce a la alternativa que encabeza Feijoo. El líder del PP compartió con el auditorio su satisfacción por la elección del ourensano para ocupar el lugar de Fraga. «Vosotros le disteis vuestro apoyo. Yo también. Y uno está muy contento cuando ve que ha acertado», confesó. Destacó que Feijoo «es capaz, es eficaz, sabe gestionar y lo ha demostrado, tiene visión, resuelve y tiene más ganas que nadie de presidir la Xunta».
Pero Rajoy evitó replicar a Aznar por sus nuevas objeciones a su liderazgo en la oposición. Pese a encontrarse bien arropado y en su tierra, no dejó ni una referencia implícita a las pullas que le dedicó el sábado el ex presidente, que en presencia de Esperanza Aguirre aseveró que «en política no se está para empatar ni para heredar, se está para ganar». Feijoo sí salió en defensa de Rajoy, al agradecerle «unha oposición responsable e con altura de miras, no momento máis delicado na nosa democracia».