Una pareja de Nigrán, atemorizada por amenazas y ataques vecinales

GALICIA

24 dic 2008 . Actualizado a las 02:09 h.

Un matrimonio de la parroquia de Chandebrito, en Nigrán, vive atemorizado por sus vecinos. Su coche apareció en llamas durante la pasada madrugada dentro del galpón anexo a su vivienda. Ha sido la última amenaza que han tenido que soportar, cuando todavía no se ha borrado del muro de su casa la pintada en la que se puede leer «Gora ETA, vais a morir».

Román Pereira Pérez, un obrero en paro de 63 años de edad, y Rosa Pérez Vidal, ama de casa de 61, reconocen que tienen miedo pero se niegan a abandonar la vivienda en la que residen desde hace más de 30 años.

Viven en tensión desde que hace siete años no quisieron posicionarse en contra de una vecina que presentó en el Ayuntamiento de Nigrán fotografías de una gran cantidad de irregularidades urbanísticas de la parroquia. Decenas de personas acorralaron entonces a esa mujer en su propio domicilio y ellos también recibieron amenazas, por lo que denunciaron el caso en los juzgados de Vigo.

Afirman que la situación se agravó cuando hace dos años denunciaron en el Concello la puesta en marcha de un bar que no se ajustaba a la normativa y que no los deja dormir muchas noches por el alboroto que se forma en la entrada del local.

Susto

El incendio les dio un gran susto y estuvo a punto de ocasionar una tragedia. Rosa afirma que eran las tres de la madrugada y que oyeron una explosión, pero no le dieron importancia, acostumbrados ya al jaleo del bar. Poco después, empezaron a oler a quemado y decidieron levantarse para ver qué pasaba. Los vecinos de la casa de enfrente se acababan de despertar alarmados y ya habían avisado a los servicios de emergencia.

El Grupo Municipal de Intervención Rápida de Nigrán acudió lo antes posible, pero no pudo dar una respuesta inmediata, puesto que la parroquia de Chandebrito se encuentra en un lugar apartado en el monte con un acceso lleno de curvas y, cuando llegaron, los vecinos ya habían conseguido apagar las llamas con calderos y mangueras.

El matrimonio presentó una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Baiona. Según les han confirmado, hoy mismo vendrán los expertos del equipo de investigación de incendios de la Policía Judicial. Ellos descartan que haya sido un accidente y relacionan el suceso con el ambiente de crispación de la parroquia.

El vehículo, un Seat Almera, tenía ocho años de antigüedad y lo habían usado esa misma tarde para ir a la clínica Povisa de Vigo. Tras el suceso ha quedado convertido a chatarra y cenizas.