La Xunta y la dirección de la empresa pública ignoraban unas prácticas que se remontan, al menos, al año 2003
28 ene 2009 . Actualizado a las 13:36 h.El jefe del área técnica de la Sociedade Galega do Medio Ambiente (Sogama), Ramón Pérez Mariño, y el jefe de calidad y medio ambiente de la compañía pública, Pedro Alcázar Arévalo, fueron despedidos ayer acusados de haber ocultado y alterado los resultados de numerosas analíticas realizadas en el vertedero controlado de Areosa y que supuestamente no cumplían con los parámetros de vertido autorizados.
Las irregularidades, que ya han sido denunciadas y puestas en conocimiento del juzgado que investiga un presunto vertido contaminante al río Lengüelle, salieron a la luz a raíz de la investigación interna iniciada para clarificar la situación real del basurero, ubicado en Cerceda. Las pesquisas comenzaron hace aproximadamente dos meses, con la llegada del nuevo consejero delegado de la sociedad, Ángel Alonso Guerreiro, y tras la muerte de millares de truchas acaecida a mediados del pasado mes de octubre, y que podría deberse a un vertido cuyo origen está investigando el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil.
La situación que ha supuesto el despido de Pérez Mariño y Alcázar Arévalo fue descubierta a principios de este mes, cuando, en el marco de la investigación interna, la dirección de la compañía reclamó a la empresa externa encargada de la recogida de muestras y analíticas desde el año 2003 (Norcontrol-Soluziona primero, perteneciente a Unión Fenosa, socio privado de Sogama, y después Applus) que le remitiese todos los informes elaborados hasta el momento. La alarma saltó cuando comprobaron que muchos de los resultados aportados no coincidían en absoluto con los que el jefe del área técnica de Sogama remitió a la Consellería de Medio Ambiente y, además, presentaban unos niveles de contaminación muy superiores a los permitidos.
Investigación
Además, la dirección de la sociedad descubrió, gracias a la colaboración de otros trabajadores, que en muchos casos las analíticas se repitieron hasta que los parámetros se ajustaban a la normativa y también han encontrado pruebas de que algunas de las analíticas pudieron ser alteradas, ya que hallaron documentos con la misma codificación, pero con distintas versiones. Al parecer, esas analíticas se conservaron a pesar de que el jefe del área técnica había dado órdenes de que se destruyesen.
Según explicaron ayer desde Sogama, «os informes estaban supervisados polo xefe de calidade e medio ambiente, Pedro Alcázar, e aprobados e firmados polo xefe da área técnica, Ramón Pérez Mariño, que, a pesar de ser o máximo responsable do cumprimento da lexislación ambiental por parte da empresa, non informou á dirección da sociedade destas incidencias nin levou a cabo as medidas correctoras pertinentes».
Todos estos hechos demuestran que, desde el año 2003 (hasta esa fecha las analíticas eran realizadas por la empresa gestora del vertedero, Danigal) y hasta el 2008, el área técnica de Sogama estuvo remitiendo a la Consellería de Medio Ambiente unos informes que no reflejaban la situación real de Areosa.
«Sen prexuízo de responsabilidades doutra natureza, o comportamento profesional de ambos os dous supón un grave incumprimento das súas obrigas laborais, transgredindo a boa fe contractual e incorrendo en deslealdade coa empresa. Por iso, ao amparo do previsto no convenio colectivo e no estatuto dos traballadores, a sociedade adoptou a decisión de proceder ao seu despido», indicaron.