Empresarios, agentes sociales e intelectuales se adhieren al artículo del presidente de La Voz
GALICIA
«Yo protesto», el artículo del presidente de La Voz de Galicia, Santiago Rey Fernández-Latorre, publicado el pasado domingo, ha generado numerosas adhesiones. Empresarios, agentes sociales, deportistas e intelectuales de toda Galicia, así como un gran número de lectores, han expresado en las últimas 48 horas sus felicitaciones y su apoyo a las reflexiones del editor de La Voz, que hizo un llamamiento a la sociedad civil para que se movilice en estos tiempos marcados por la crisis y ante la inacción de los poderes públicos frente a una situación de extraordinaria gravedad.
Desde el mundo empresarial, José María Arias, presidente del Banco Pastor, destaca la oportunidad de la publicación: «Con su crudo y sincero artículo, Santiago Rey constata una realidad sobre la que todos los estamentos del poder gallego deben reconocerse protagonistas en alguna medida». En la misma línea se pronuncia Antonio Fontenla , presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, quien secunda la idea de promover un gran pacto para salir de la crisis.
El presidente de los empresarios pontevedreses, José Manuel Fernández Alvariño , ensalza «la valentía» de Santiago Rey a la hora de exponer su diagnóstico, un elogio al que también alude el presidente de la principal asociación empresarial de Santiago, Jesús Chenel . Por su parte, el director gerente del Club Financiero Vigo, Jesús Bahíllo , considera que el artículo desgrana «de forma completa los problemas que tiene Galicia», que aparecen expuestos de forma clarividente «por su cercanía con lo que piensa la calle».
Esta proximidad con las preocupaciones de la sociedad gallega llama también la atención de Manuel Casteleiro , catedrático y director de la Escuela de Caminos de A Coruña. «Desde la perspectiva de un ciudadano de a pie, el artículo es totalmente afortunado. La sociedad está viendo cómo se están haciendo despropósitos uno detrás de otro y parece como que nadie dice nada. Hace falta un gran acuerdo nacional que nos saque de este agujero», concluye Casteleiro.
El llamamiento a la sociedad civil propuesto por el presidente de La Voz de Galicia ha calado. «Hace falta que, de verdad y cada uno en su puesto, nos impliquemos en temas que afectan a la sociedad», subraya Daniel Ramos , presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios Marineda. Su homóloga en la Asociación de Empresarias de A Coruña, Ana Isabel Ulloa , participa de esta tesis: «Nos pide a todos que nos impliquemos en la defensa de la realidad gallega... y hace una defensa de la libertad. Me parece una visión muy realista». A su vez, el presidente de la Asociación de Empresarios de Ferrolterra, José Ramón Franco Caaveiro , va más allá e insiste en destacar el papel clave que asume La Voz de Galicia y, por tanto, su editor: «Los medios de comunicación libres tienen un papel importante que jugar, con actuaciones como esta es como se hace la revolución que en estos momentos es tan necesaria».
En este sentido, Luis Fernández Ruenes , presidente de la Federación Galega de Parques Empresariais, valora esa lucidez para identificar los problemas: «Santiago Rey ha salido a decir unas verdades importantes sobre lo que es Galicia y cuál es el futuro».
«Yo protesto» también ha suscitado reacciones en otros ámbitos de la sociedad gallega. La presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos Eduardo Chao de Vigo, Elena González , sostiene que las reflexiones del editor de La Voz «reflejan lo que pensamos cada uno de los vigueses» y coincide en que la sociedad está adormecida, de ahí que sea preciso estimular una reacción para dar un giro de 180 grados a la crisis actual.
Preocupación generalizada
A modo de conclusión, Edmundo Varela , decano del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de A Coruña, respalda el contenido de un artículo que «da a conocer una preocupación generalizada sobre la situación actual tanto en los aspectos políticos, por las dudas que está generando esta clase dirigente, con la reproducción de corruptelas que se creían ya superadas, como en el aspecto económico».