El amigo de la fallecida, también de Salamanca, estaba deshecho. Pero con fuerzas para sacar su cámara y fotografiar los anclajes de la barandilla, para comprobar «su mal estado», algo que le confirmaron los agentes de la policía que hacían lo mismo. No tiene duda: «Solo puso el brazo y la valla cedió porque las sujeciones están en muy mal estado».
Antonio recuerda que tanto su mujer como él son amigos de la fallecida y su marido desde hace muchos años. Para mayor desgracia, lamentaba que hace poco el único hijo que tenían se murió a los 21 años de edad. Ambos tienen autocaravana y les gusta viajar. Para este puente escogieron Galicia. Llegaron a A Coruña por la mañana. Ya por la tarde, cogieron las autocaravanas y, tras circular por el paseo marítimo, decidieron buscar un lugar en el que aparcar para disfrutar de las vistas. Caminaron unos metros y llegó la desgracia.
Acciones legales
Sin tiempo para reaccionar, lo que sí se desprende de las palabras tanto del marido como de sus amigos es que exigirán responsabilidades. «El hecho de que uno se apoye en una valla y esta se venga abajo, causando una muerte, no puede ocurrir en estos tiempos», le comentaba una mujer a los afectados, que aseguraron que «cuando pasen estos malos momentos, estudiaremos las acciones que puedan tomarse».
Fueron muchas las personas que se acercaron a mostrar su apoyo, sus viviendas y hasta sus cocinas, algo que agradecieron profundamente. «Es increíble que la gente de aquí se esté portando tan bien con nosotros», decía Antonio.
No solo los vecinos de la zona pusieron sus bienes y consuelo en sus manos. Agentes de la policía también arroparon al marido y al matrimonio amigo, cuya hija, de apenas diez años, fue aislada en la autocaravana «para evitar que viese el sufrimiento», decía Antonio, al que se le escapaban las lágrimas.