Corina Porro fue alcaldesa de Vigo entre diciembre del 2003 y junio del 2007 tras romperse el pacto de gobierno entre socialistas y nacionalistas. En un escenario poco deseable para cualquier político, gobernó la ciudad con diez de los veintisiete concejales de la corporación. En este período se consolidó ante los ciudadanos, como lo prueba que después le faltó un ramillete de votos para lograr la mayoría absoluta.
En las últimas municipales consiguió trece concejales, pero el PSOE con nueve y el Bloque con cinco sumaron los suficientes para gobernar en coalición.
Desde entonces, todo el mundo sabe que Porro volverá a ser candidata en el 2011, hipótesis a la que ayer mismo aludía la interesada. «Sigo con la vista puesta en el Ayuntamiento, que es algo muy importante para mí», reiteraba al confirmar que mantendrá igualmente su puesto de portavoz de la oposición municipal.
Vuelco electoral
En su auténtico objetivo de recuperar la alcaldía, los resultados del pasado 1-M fueron una completa satisfacción. De un empate hace cuatro años pasó el PP a una victoria por 15.000 votos, lo que permite imaginar a los populares un escenario realista de mayoría absoluta. No es fácil, pero cuando las circunstancias se confabulan puede conseguirse. Ocurrió en el ya lejano 1995 con Manuel Pérez y sus quince concejales, y Porro quiere repetir la hazaña en el 2011.