El AVE de Lubián bate el récord al cumplir ocho años en los despachos

GALICIA

Ninguna de las grandes líneas tuvo una tramitación tan larga, que continuará al aprobarse el cambio de trazado

31 may 2009 . Actualizado a las 03:26 h.

El tramo de alta velocidad Lubián-Ourense probablemente acceda a los anales de la ingeniería cuando se termine, pero de momento solo está encabezando el ránking de los más rezagados en los trámites administrativos y de proyecto.

El próximo 16 de junio, el nuevo acceso ferroviario a Galicia cumplirá ocho años en los despachos desde que se diera el primer paso para construir una infraestructura que aún se hará esperar. Fue en junio del 2001 cuando el Gobierno de Aznar licitó el estudio informativo que planteaba un acceso ferroviario de vía única y con velocidades muy poco competitivas. Este proyecto inicial fue modificado en el 2003 a raíz de la aprobación del Plan Galicia tras la catástrofe del Prestige: mejoraba la velocidad y tenía vía doble, pero seguía aprovechando buena parte del antiguo trazado.

El estudio informativo, tras esperar tres años por la declaración de impacto ambiental, no se aprobó definitivamente hasta julio del 2006, un proceso que se prolongó durante seis años pero que en otras líneas dura entre tres y cinco. Los proyectos también supusieron un retraso añadido, pues se adjudicaron con año y medio de plazo para su redacción.

A día de hoy, el 70% del recorrido sigue pendiente de que se terminen los proyectos, pues se replantearon radicalmente para que la línea AVE no coincidiera con el trazado actual y para conseguir velocidades superiores a los 300 kilómetros por hora. Por tanto, la tramitación, entendida como el proceso que va desde que se licita el estudio informativo hasta que salen a contratación las obras, continuará en los próximos meses para los 70 kilómetros afectados por las modificaciones.

El hecho es que, de acuerdo con los datos de La Voz, ninguna de las grandes líneas troncales de alta velocidad que parten de Madrid ha tenido una tramitación tan larga, a pesar de tratarse de proyectos con muchos más kilómetros que fue necesario desgajar en varios estudios informativos, algo que complicó enormemente el proceso administrativo y técnico.

De cinco a siete años

Desde el primero al último de estos estudios, la fase administrativa y de elaboración de los proyectos se prolongó entre cinco y siete años, mientras que las líneas se inauguraron en un plazo que va desde los 10 años de Madrid-Lérida hasta los 15 que llevará terminar la conexión con Valencia, prevista para el 2012 y de gran complejidad técnica y orográfica.

Caso aparte es el AVE Madrid-Sevilla, que en su momento se planteó con carácter de urgencia por la Expo y cuya tramitación y construcción se zanjó en solo cinco años. La diferencia es que entonces apenas había que pasar controles medioambientales y las actuales declaraciones de impacto son los procesos que más retraso imprimen a los proyectos.

Todo esto supone que, en solo dos años más que los ocho que el AVE de Lubián ha estado en los despachos, el Ministerio de Fomento ha sido capaz de construir líneas de alta velocidad como la que ya disfruta Lérida.

En cuatro años más, incluso, se terminó la conexión Madrid-Valladolid, de donde parte el acceso ferroviario a Galicia. Hay que recordar que esta línea incluye los túneles del Guadarrama, la obra ferroviaria más compleja realizada hasta ahora en España.