La supresión de la prueba de gallego causa una agria disputa en O Hórreo

GALICIA

10 jun 2009 . Actualizado a las 12:03 h.

La vía rápida tomada por el Gobierno autónomo para modificar la Lei da Función Pública y eliminar así la prueba de gallego en las oposiciones a la Xunta desató ayer una agria disputa en el pleno celebrado en la Cámara de O Hórreo, donde la oposición cargó con dureza contra el PP por promover una «carnicería» contra la lengua propia de Galicia. Los populares intentaron sin mucho éxito serenar el debate, alertando de que la tensión generada en torno al idioma provoca la «batasunización» de la sociedad, que, según Rodríguez Miranda, se pone de relieve en ataques como el sufrido por la responsable del colectivo Galicia Bilingüe.

En el plano formal, el grupo del PP se bastó solo con sus votos para aceptar a trámite el texto legal promovido por el Ejecutivo para eliminar la prueba de gallego en la oposición. Pero el formalismo se tornó en un ácido debate de fondo sobre la política lingüística, con fuerte trasfondo ideológico, donde el partido que sustenta al Gobierno y la oposición se intercambiaron duros calificativos.

El primero en tomar la palabra fue el nacionalista Bieito Lobeira, que acusó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, de dejarse escurrir por la línea de la «berlusconización» para crear «a gran mentira» de que en Galicia se impone el gallego y se persigue a los castellanohablantes. «Esa é a mentira que deriva agora neste proxecto», dijo Lobeira, antes de acusar a viva voz al Ejecutivo desde la tribuna, pero ya con el micro cerrado, de llevar a cabo la «doma e castración» de Galicia y hacer lo que Rosalía de Castro denunciaba hace 150 años.

«Carnicería» del idioma

También el socialista José Manuel Lage se empleó con dureza contra la propuesta legislativa, que supone «un brutal ataque» contra los derechos lingüísticos de los gallegos, a la vez que acusó a Feijoo que dirigir el primer Gobierno en la historia de la autonomía «que toma decisións contra os sinais de identidade». Es más, Lage Tuñas advirtió de que lo que hace ahora el PP «non ten nada que ver» con lo promovido en su día por Fraga, y anticipó que desde el PSOE non se va a «participar nesta carnicería que están facendo contra a nosa lingua».

La Xunta se inhibió ayer de hacer uso de la palabra para defender la reforma legal, dejando este papel al diputado Antonio Rodríguez Miranda, quien explicó que la medida «vai permitir que 27.706 aspirantes» a ingresar en la Administración autonómica puedan ejercer su «liberdade lingüística» y hacer los exámenes en el idioma que deseen.

«Sosego, tranquilidade», pidió Rodríguez Miranda a las alborotadas bancadas de la oposición, tras apreciar, en alusión al PSOE y al BNG, que «a algúns parece que lles presta a volta ás barricadas». El diputado intentó mantener la calma, razonando que el procedimiento de lectura única, más abreviado que el ordinario, estaba justificado en este caso por el hecho de que solo se modifica un artículo de la Lei de Función Pública.

Su llamada a la tranquilidad tenía también otra finalidad, pues advirtió de la «batasunización» que se están instalando en la sociedad con el idioma, tras lo cual condenó en el hemiciclo, en medio de una fuerte algarabía, el ataque sufrido por la presidenta de Galicia Bilingüe.