En la cofradía de Camelle (Camariñas), a unos 12 kilómetros de Vimianzo, se vivió ayer por la mañana una situación que ilustra perfectamente la consideración de la que goza Fernández Garrido entre sus pacientes. Uno de los asistentes a la reunión con la conselleira de Mar, Rosa Quintana, relató que no le daba tiempo a inscribirse para la campaña marisquera porque necesitaba unas radiografías. Instantáneamente, la vicepatrona mayor del pósito, Rosa Bermúdez, que desconocía las últimas noticias, le dijo: «Vaite a xunto don Juan, que chas fai no momento». Entonces los allí presentes le replicaron si no había leído el periódico y el cierre de la clínica se convirtió en el tema central de conversación. La propia Bermúdez tuvo que recurrir a un ejemplar de La Voz porque no salía de su asombro. «Eu tiven un accidente no mar. Na Seguridade Social dábanme vez para dentro dun ano. El fíxome placas e todo porque fracturei a columna, e moi ben. Sempre atendeu á familia. Aquí apoiámolo todos. Que amañe o que teña que amañar, pero que volva», señaló.
El sentir de Bermúdez era generalizado entre los presentes en la reunión, pacientes de Fernández en su gran mayoría -entre ellos, el capitán marítimo y otros responsables locales-, y en otras muchas tertulias de la comarca. Todos los que participaban en las conversaciones tenían una experiencia positiva que contar de las intervenciones del supuesto médico. «Eu tiña unha tendinitis nun brazo. Deume dúas inxeccións e coma novo», señalaba otro marinero de la zona.
También en el centro de salud de Vimianzo hubo palabras de apoyo. Una de las doctoras que presta allí sus servicios expresó que, como profesional, no lo podía justificar, pero que a nivel personal él destacaba por su integridad, por lo que la mayor parte de los facultativos lo veían como uno más del grupo.
En los bares de Cuntis (Pontevedra), localidad natal de Fernández Garrido, no se hablaba ayer de otra cosa. Algunas personas consultadas por La Voz comentaron que se trata de una persona conocida, aunque dejó la villa termal hace muchos años. Antes de trasladar su residencia a Vimianzo vivía en el lugar de O Casal, en la parroquia de San Fiz de Estacas, donde tiene familiares. «Es una sorpresa para todo el mundo y la incredulidad es total. Hace años atendía como médico en su casa», recordaba un vecino.
La vinculación de Fernández Garrido con el BNG también es extensiva a una hermana, María Jesús, que en las elecciones municipales del 2003 ocupó el número cuatro de la candidatura. Otras personas que ayer no tenían conocimiento de la detención comentaron que daban por hecho que contaba con la titulación de Medicina. «A idea que eu tiña é que tiña título», corroboró otro vecino de Cuntis.