La Xunta lanza otro plan para extender la banda ancha pese a que la gallega es la comunidad con menos hogares conectados a la Red
20 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Santiago, 10 de enero del 2007. Emilio Pérez Touriño comparece en rueda de prensa en calidad de presidente de la Xunta para anunciar un macroplán de inversión dotado con 800 millones de euros para llevar la banda ancha al 90% de la población gallega en apenas cuatro años. Dos años antes, el Ministerio de Industria había lanzado otra iniciativa similar cuyo fin era, igualmente, situar a Galicia en la cabeza de la era digital, un objetivo que también había situado en su hoja de ruta Manuel Fraga cuando dirigía los destinos de la Xunta. Uno tras otro, los sucesivos programas para incorporar a Galicia a la era digital han dado resultados poco alentadores.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) así lo atestiguan: la comunidad gallega figura de última en el ránking de hogares con acceso a Internet, superada incluso por Extremadura, que históricamente había acaparado tan dudoso honor. Apenas cuatro de cada diez hogares galaicos disponen de conexión a la Red, una tasa doce puntos por debajo de la media nacional y a años luz de países como Islandia, Holanda, Dinamarca o Suecia.
Así las cosas, el nuevo Gobierno gallego se ha propuesto también poner fin a este fenómeno y hace solo unos días Alberto Núñez Feijoo avanzó otro programa, dotado con 102 millones de euros hasta el 2013, que tiene como misión fomentar el acceso a las nuevas tecnologías.
La tarea no será fácil. Galicia tiene más de la mitad de los núcleos de población de España con apenas el 6% del censo, y por ahí se explican buena parte de los problemas para extender un servicio, el de la banda ancha, indispensable para conseguir la atención del cliente. «Si la conexión no es buena -precisan fuentes de una firma de telecomunicaciones-, no tenemos nada que hacer. La conexión ha de ser realmente competitiva tanto en velocidad como en fiabilidad para que el cliente se dé de alta. De todos modos, el problema aquí es que para las empresas no resulta rentable llegar a un gran número de sitios porque se atendería a muy pocos hogares y porque, además, muchos de ellos no son clientes potenciales al tratarse de gente mayor sin demasiado interés por las nuevas tecnologías», concluyen.
Sea como fuere, lo cierto es que la Xunta tiene ante sí el reto de acabar con algunas disfunciones llamativas en materia de extensión de la banda ancha, como el hecho de que haya aún polígonos industriales cuyos accesos a Internet son deficientes. Hace solo un año, había 43 complejos empresariales en esta situación repartidos por todo el territorio gallego, si bien estaba previsto que la mayoría se hiciesen con el servicio de la banda ancha a lo largo de estos meses.
Plan prioritario
Ahora, para alcanzar la meta invocada por Feijoo (subirse al carro de las nuevas tecnologías), algo que también hicieron en su día tanto Fraga como Touriño, la Xunta definirá un mapa de infraestructuras, así como la mejor estrategia para llevar Internet de alta velocidad tanto a empresas como a los hogares. El presidente de la Xunta dio a esta iniciativa carácter urgente, el mismo trato que sus predecesores atribuyeron a sus planes. La pregunta, pues, es evidente: ¿Irá de esta la vencida?