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Un año sin noticias de la A-8

GALICIA

El último tramo de la transcantábrica en Galicia se inauguró en noviembre del 2008 y Fomento no abrirá más hasta el 2010. Las obras siguen paradas en Mondoñedo

07 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Tal día como hoy, pero hace ya un año, la entonces ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, cortaba la cinta del tramo Barreiros-Reinante de la A-8, un recorrido crucial para desatascar la N-634 en A Mariña y habilitar 29 kilómetros ininterrumpidos de autovía hasta Tapia de Casariego (Asturias), pero de momento el último que se ha puesto en servicio en Galicia. Habrá que esperar algo más para que el actual ministro, el lucense José Blanco, pueda hacer lo mismo en los nueve tramos que aún están en obras en Galicia y en los cuatro que restan por abrir en el Principado, aunque en la comunidad vecina sí se puso en servicio en marzo de este año un tramo de siete kilómetros en las inmediaciones de Cudillero.

A pesar de la tardanza que acumula esta infraestructura crucial para la vertebración de la cornisa cantábrica, el objetivo del Ministerio de Fomento sigue siendo que la autovía esté acabada entre Cantabria y Baamonde a finales del 2011, antes de que acabe la actual legislatura. Al menos ahora todos los recorridos pendientes están en obras, a excepción de cinco kilómetros en el entorno de Mondoñedo que siguen paralizados por la inestabilidad del terreno, pendientes de que Fomento apruebe la modificación del proyecto.

Las previsiones del ministerio para los complejos trabajos que se desarrollan entre Barreiros y Vilalba demoran hasta el año que viene la apertura de algún kilómetro más de la transcantábrica en Galicia. Según Fomento, se está trabajando de forma acelerada en cuatro tramos (Touzas-Castromaior, Abadín-Castromaior, Barreiros-Vilamar y Vilamar-Lourenzá) «para que puedan abrirse antes de que termine el 2010».

Quedarían para el 2011 el tramo Vilalba-Touzas, que daría continuación a la autovía ya en servicio entre Baamonde y la capital de Terra Chá, así como los cuatro recorridos entre Abadín y Lourenzá, incluido el de Lindín-Mondoñedo, donde se detectaron las complicaciones geotécnicas.

Por tanto, el recorrido más complejo tanto para las obras como para los conductores -en esta zona hay varios tramos de concentración de accidentes en la N-634- se dejará esperar hasta finales del 2011, un plazo muy justo para Lindín-Mondoñedo, pues actualmente solo está al 10% de ejecución de obra. «Esperamos, deseamos y queremos que [este tramo] se acabe en el plazo comprometido», aseguró en una reciente comparecencia en el Senado el secretario de Estado de Infraestructuras y Planificación, Víctor Morlán, que no ocultó las dificultades para poder cumplir el plazo.

Un decenio

El caso es que el tramo entre Ribadeo y Baamonde ha cumplido este año un decenio de tramitación y obras, desde que en enero de 1999 se comenzara a analizar el impacto medioambiental del estudio informativo, cuando todavía era ministro Arias Salgado. Con Francisco Álvarez Cascos al frente de Fomento se impulsó más el tramo oriental asturiano aunque, tras el desastre del Prestige , la autovía del Cantábrico figuró entre los compromisos del Plan Galicia con un plazo de ejecución que marcaba el 2008 como fecha de finalización. La primera piedra de la autovía en la comunidad, en el tramo Ribadeo-Reinante, no fue colocada hasta marzo del 2004.

Hasta ahora solo se ha completado el 40% de los 86 kilómetros de la transcantábrica en Galicia y es probable que antes de que termine el 2010 se pueda circular por 19 kilómetros más de vía de alta capacidad. Para el resto habrá que esperar un año más.