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Más de 60 presos no regresaron de sus permisos a las cárceles gallegas en lo que va de año

S. Basterrechea / M. Vázquez

GALICIA

Las salidas que acaban en fuga en Galicia suponen el 16% de todas las registradas en las prisiones españolas

16 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

A principios del año pasado, cuatro narcos franceses de la misma banda que cumplían condena en la cárcel de A Lama, en Pontevedra, pusieron pies en polvorosa durante su primer permiso penitenciario. Unos meses después, en pleno agosto, el conocido abogado José Emilio Rodríguez Menéndez no regresó a la prisión coruñesa de Teixeiro tras una salida autorizada y huyó a Paraguay, Brasil y Argentina, donde fue detenido. Son dos de los casos más conocidos de reingresos fallidos registrados en Galicia durante el 2008. Pero hubo más.

El año pasado no volvieron a las cárceles de la comunidad 99 internos que habían salido de ellas para disfrutar de unos días de permiso. La estadística oficial de Instituciones Penitenciarias del 2009 (que de momento solo incluye datos hasta septiembre) revela también que ya son 65 los reclusos que no han retornado a sus celdas en la comunidad. La cifra puede parecer poco significativa en relación a la población reclusa que tiene Galicia -unos 5.000 presos- o respecto a todos los permisos carcelarios concedidos en lo que va de año -4.173, de los que el 98,4% finalizaron sin problema-, pero estos 65 no reingresos suponen el 16% de los 398 registrados hasta septiembre en las 81 cárceles que tiene el sistema penitenciario español (mientras que los permisos otorgados en Galicia representan solo el 6% del total nacional, que asciende a 68.661 autorizaciones).

Más de la mitad de los presos que este año no volvieron a prisión en Galicia tras una salida cumplían condena en A Lama. El penal pontevedrés es el que registra el peor balance, con 37 casos, una media de cuatro huidas al mes, aunque también es cierto que es el que más permisos concede (lleva casi 2.000). En la prisión de A Coruña, Teixeiro, 17 internos quebrantaron su pena al no regresar a la cárcel (dos cada mes). En Monterroso, en Lugo, se contabilizaron 7 no reingresos, mientras que en la prisión ourensana de Pereiro de Aguiar hubo 3 casos y solo 1 en el otro penal de la provincia lucense, Bonxe.

Pese a que la tasa de regresos fallidos en Galicia supera a la media nacional, en Instituciones Penitenciarias aseguran que el porcentaje de casos en la comunidad es «bajo». «Los que no vuelven no llegan al 4% del total», señala un trabajador de una prisión lucense. «La gran mayoría de los reclusos hacen un uso debido del permiso y regresan», añade Ángel Iglesias, funcionario en Monterroso.

Informe sobre los riesgos

Los permisos de salida ordinarios se conceden, previo informe preceptivo del equipo técnico de la prisión, como preparación para la vida en libertad. Para optar a ellos hay que cumplir tres requisitos: estar clasificado como preso de segundo o tercer grado, haber extinguido ya la cuarta parte de la condena y tener buena conducta. Pero después se valoran otras cuestiones: si el interno fue muy precoz en su carrera delictiva, si pertenece a una banda organizada, si ha cometido varios delitos, si le falta apoyo exterior o si el lugar para disfrutar del permiso está muy lejos.

Para descartar a quienes creen que no volverán a su celda si ponen un pie en la calle, los técnicos usan la tabla de variables de riesgo (TVR) como instrumento de predicción. Así, aunque como aseguran ambos funcionarios, no hay un perfil tipo de recluso que no reingresa, sí coinciden en que el riesgo de quebrantamiento de condena es mayor «cuando son presos con desarraigo familiar» y que es habitual que algunos internos extranjeros, cuando están a punto de terminar sus condenas, no vuelvan de los permisos para evitar ser expulsados a sus países de origen. Es decir, la TVR es fiable, pero no infalible.

Desde Instituciones Penitenciarias insisten también en que en ocasiones son los jueces de vigilancia los que conceden las autorizaciones, pese a la decisión en contra de la junta de tratamiento de la prisión. Así sucedió con el abogado Rodríguez Menéndez y con los cuatro narcos franceses. El problema se agrava cuando los reos delinquen durante un permiso. Como un interno de Pereiro de Aguiar que hace dos meses atracó un banco de Allariz y se llevó 15.000 euros; o un recluso de A Lama que, hace ahora un año, mató a su novia e hirió a dos vecinos y a un policía. «Somos estrictos, pero no todo se puede prever», comenta el funcionario de Monterroso.