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«Este es el verdadero Plan Galicia», dice el ministro tras hacer en 32 minutos el viaje entre Santiago y A Coruña

P. G.

GALICIA

05 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Dos ciudades que a principios de los ochenta se dedicaron a pelear por la capitalidad de Galicia están desde ayer más cerca que nunca. Los alcaldes de A Coruña, Javier Losada, y el de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, fueron ayer los protagonistas simbólicos de este acercamiento histórico que pone ambas ciudades a solo 35 minutos gracias a la finalización del nuevo trazado ferroviario. Los alcaldes, que viajaron juntos en el trayecto de prueba, comprobaron que el horario comercial que Renfe instaurará a partir del día 13 puede ser mejorado fácilmente, sin apurar demasiado la máquina del flamante R-599 que ayer trasladó a una numerosa comitiva encabezada por el ministro de Fomento, José Blanco, y con amplísima representación del PSdeG. El viaje inaugural se hizo en 32 minutos y, horas antes, un tren directo regular -que ya circulan por el nuevo trazado aunque con velocidad limitada- llegó a la estación de Santiago procedente de A Coruña en 35 minutos, adelantándose en ocho al horario oficial que sigue vigente.

La interpretación histórica de los ocho años de obras que permitieron rebajar en más de media hora el recorrido va por barrios. El conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, recordó que el origen de la reforma del eje atlántico reside en un convenio impulsado por Fraga y que empezó a ejecutar Francisco Álvarez Cascos. La mención a su predecesor no pasó desapercibida para el ministro, que, tras repasar los compromisos cumplidos y alegrarse de que por fin el tren sea competitivo con el vehículo privado, declaró: «Este es el verdadero Plan Galicia, el que se construye con los hechos».

La tendencia a barrer para casa no empañó el tono correcto de conselleiro y ministro, a pesar de que días antes, consellería y ministerio se culpaban mutuamente del retraso en la conexión con Portugal. De hecho, Hernández recordó que era preciso prolongar el eje atlántico hasta la frontera. Y Blanco volvió a pedir lealtad en materia de infraestructuras.

Los mensajes directos y sin ambages llegaron de los manifestantes de la plataforma Salva o Tren, que increparon a la comitiva a su llegada a la estación de San Cristóbal por la desaparición de tres estaciones más del viejo trazado. «Tren para o pobo, non para os ricos», gritaban.