Numerosas empresas ofrecen asistentes para hacer compañía y cuidar a personas ingresadas por cantidades que oscilan entre 45 y 60 euros por turno
10 dic 2009 . Actualizado a las 02:06 h.La figura de los acompañantes pagados ya es habitual en los hospitales, sobre todo en los de provincias que, como Lugo, cuentan con una población especialmente envejecida. En la mayoría de los casos las empresas que ofrecen este servicio tienen tanta demanda que les basta con publicitarse solo en los propios centros médicos. Aseguran que cuentan con una amplia plantilla de cuidadoras que pueden pasar jornadas enteras con los enfermos o acudir para cuestiones tan puntuales como el cambio de un pañal o la hora de la comida.
Los precios dependen del tipo de servicio y oscilan en función del grado de dependencia del paciente o las horas que se contrata la asistencia. Así, pasar la noche velando a un enfermo puede costar entre 40 y 60 euros: «La auxiliar llega a la habitación en torno a las diez de la noche y está hasta las ocho de la mañana cuidando y acompañando a la persona en todo lo que necesite», detalla la responsable de una de estas firmas, que tiene su sede en Lugo, pero que desplaza a trabajadores hasta la vecina A Coruña si hay clientes que así lo demanden. Una mañana o una tarde de acompañamiento también rondan los 50 euros, aunque también hay servicios más económicos: «Nos dicen incluso que si se necesita esperan a que pase el médico y después nos informan con todo el esmero que pueden, como si fuesen sus propios padres», según relata una de las usuarias de este servicio asistencial privado.
«No queda otra opción»
Los clientes de esta modalidad de cuidados tienen claro que el acompañamiento es crucial para sus familiares, a pesar de que se encuentran en centros hospitalarios que cuentan con personal asistencial. «En la planta de mi madre hay cerca de veinte habitaciones y en cada una de ellas dos camas, casi todas -relata una usuaria y clienta de la empresa- con personas mayores que no son capaces de ir solas al baño sin correr el riesgo de caerse; a veces no llaman a la auxiliar y otras el sanitario llega tarde, porque solo hay uno por planta, así que no queda otra opción para las familias».
Portavoces de la Consellería de Sanidade apuntaron ayer que en los centros hospitalarios gallegos se da «toda la atención necesaria a los pacientes» y que el Sergas no se puede inmiscuir en los servicios que los particulares contratan a otras empresas. Asimismo, apuntan que no les consta que haya un auge de acompañantes pagados en los centros sanitarios públicos.