Encarga un estudio para ver si es factible cambiar el trazado, construir doble vía y combinar pasajeros y mercancías
17 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El AVE transcantábrico, el gran golpe de efecto de Francisco Álvarez Cascos para compensar a las comunidades afectadas por el Prestige , se quedará en una minúscula conexión que comunicará Santander y Bilbao. Para el resto del trazado transcantábrico, el Ministerio de Fomento, a través de Feve, acaba de licitar un estudio para comprobar si es viable duplicar la velocidad punta en el recorrido de vía estrecha entre Ferrol y Santander con el objetivo de alcanzar los 160 kilómetros por hora, un registro inédito en la vía estrecha española aunque no en la internacional. Los automotores de la serie 2400 que realizan el trayecto alcanzan un máximo de 80 kilómetros por hora, pero las velocidades medias comerciales oscilan en Galicia entre los 50 y los 60 km/h, dependiendo del tramo.
En el pliego de condiciones técnicas para guiar el estudio, que deberá estar terminado en solo tres meses, se especifica que el objetivo es «desarrollar un estudio de viabilidad técnica y económica del acondicionamiento y en su caso la duplicación de la vía para adaptarla a velocidades de hasta 160 km/h, en la línea explotada por Feve entre las ciudades de Ferrol y Santander».
Aparte de la dudosa viabilidad económica del AVE transcantábrico, las objeciones medioambientales de Asturias fueron decisivas para que el proyecto se cayera definitivamente de las prioridades de Fomento. De ahí que en el encargo del estudio se enfatice que el análisis ambiental «se haga con el nivel de profundidad necesario para garantizar la viabilidad medioambiental de las actuaciones que se propongan en las distintas alternativas de trazado». De hecho, obligan al adjudicatario a incluir «las repercusiones derivadas de la protección de la franja costera».
Fuentes de Fomento confirmaron ayer que el ministerio trabaja en la posibilidad de una mejora de trazado que sustituya la idea de la alta velocidad transcantábrica, aprovechando en lo posible la infraestructura existente. Aunque no se manejan plazos, el horizonte del AVE transcantábrico era el 2020, y esta parece ser la referencia más realista para acometer un proyecto de estas características.
En Fomento también aclaran que el estudio podría concluir que es imposible mejorar el trazado, por lo que recalcan que se trata de un estudio previo de viabilidad que quizás no refrende los objetivos de partida. De hecho, técnicos consultados por La Voz ven muy complejo aprovechar el sinuoso trazado actual para construir variantes que mejoren los registros de velocidad hasta duplicarlos.
Las directrices técnicas recalcan la necesidad de «aprovechar al máximo la infraestructura preexistente», al tiempo que indican que la línea «deberá servir de soporte para el tráfico de mercancías», un nuevo nicho de negocio que Feve va a explotar en los próximos años.