La presidencia española mantendrá una postura neutral sobre el escáner corporal y buscará el consenso en la UE
12 feb 2010 . Actualizado a las 09:43 h.La reunión informal de ministros de Transportes de la Unión Europea que se celebra hoy en A Coruña servirá de escaparate para mostrar el avance en salvamento y seguridad marítima que ha experimentado España desde el accidente del Prestige . Al margen de los dos temas sobre los que pivotará el encuentro -la movilidad urbana y la seguridad aérea-, en el recinto coruñés de Palexco se ha organizado una exposición donde se muestran las maquetas de los nuevos medios de salvamento y otros asuntos relacionados con la seguridad en el mar para mostrar que España es ya un referente en tecnología y medios de seguridad marítima.
En este contexto paralelo a los temas centrales de la reunión, el ministro de Fomento, José Blanco, comprometerá en A Coruña el plazo para la elaboración de un nuevo Plan de Salvamento Marítimo que estará vigente hasta el 2018 y que reforzará las líneas del actual, al tiempo que explorará nuevas medidas. El plan vigente «ha colocado a España a la vanguardia europea en estos asuntos», aseguró ayer el secretario general de Relaciones Institucionales del Ministerio de Fomento, Fernando Puig de la Bellacasa.
En los últimos años España ha invertido cerca de 1.000 millones de euros para superar las deficiencias que quedaron en evidencia durante la gestión del Prestige . En la actualidad hay 2.000 hombres y mujeres que trabajan para la Administración en estos asuntos, que España quiere que sigan siendo prioritarios en la UE.
Además de unas jornadas que incidirán en los ejes de la seguridad marítima europea, la reunión de ministros en sentido estricto se centrará en su primera parte en la movilidad urbana, para terminar discutiendo las medidas para mejorar la seguridad en los aeropuertos y, más concretamente, el uso del escáner corporal, que no es aceptado por socios comunitarios de peso como Alemania y Francia.
Neutralidad y consenso
En este sentido, Fernando Puig de la Bellacasa destacó que España no apadrinará una propuesta de partida ni a favor ni en contra del dispositivo. La presidencia española hará gala de la clásica «neutralidad» para poder «concitar el consenso» en un asunto especialmente polémico que no estaba previsto en la agenda de la reunión informal coruñesa, pero que se incluyó a raíz del intento de atentado en diciembre, en un vuelo entre Ámsterdam y Detroit. En cualquier caso, el alto cargo de Fomento afirmó ayer que el acuerdo para mejorar la seguridad deberá ser «escrupuloso» con los derechos básicos de los ciudadanos.
La propuesta central sobre este asunto será abordada por el comité de expertos de la Comisión Europea, y será sobre este documento «donde habrá que concitar la unanimidad», aseguró Fernando Puig. España siempre se ha mostrado contraria a que los países comunitarios adopten medidas unilaterales en este asunto.
Por iniciativa de la presidencia española, los asuntos relacionados con la movilidad urbana entran por primera vez en la agenda de una reunión como esta, al considerarse que las dificultades para el desplazamiento en las ciudades -donde está el 72% de la población europea- deben paliarse con una apuesta por el transporte público.