La reforma permitirá construir entre casas dispersas, y legalizará viviendas sin licencia y 1.200 naves
GALICIA
Aunque los socialistas han convertido la protección de los espacios naturales en la clave mediática de su discurso sobre la quinta reforma de la Lei do Solo, con Touriñán como bandera, ese aspecto no figura entre las novedades de mayor calado de un texto que da más autonomía a los alcaldes con el argumento de agilizar el planeamiento.
Compactar la dispersión
La reforma autoriza la construcción entre viviendas dispersas en los núcleos rurales. Para ello, cambia el criterio de distancia del núcleo por el de densidad edificatoria.
Instalaciones industriales
La revisión permitirá regularizar 1.200 naves asentadas en suelo rústico. A cambio, sus propietarios tendrán que urbanizar la zona y dotarla de servicios y equipamientos. El proceso deberá realizarse antes de dos años.
Casas anteriores a la ley
El texto abre una vía para legalizar viviendas construidas sin licencia antes del 2003. Sus dueños dispondrán de un plazo de tres años y deberán pagar una tasa. Podrán realizar obras de mantenimiento, pero no de ampliación.
Aldeas en zonas naturales
Con la nueva ley también será posible realizar obras en un centenar de aldeas situadas en espacios naturales protegidos. Urbanismo asegura que esas actuaciones serán excepcionales y que, en todo caso, precisarán de un acuerdo de Medio Ambiente y del Consello de la Xunta.