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Un desprendimiento en Zamora obliga a cortar sin plazo la línea férrea entre Galicia y Madrid

GALICIA

El trayecto entre Puebla de Sanabria y la capital zamorana se realizará en autobús

23 mar 2010 . Actualizado a las 11:34 h.

La larga lista de desprendimientos que afectan a las principales vías de comunicación gallegas ha tenido su último episodio en la línea ferroviaria que une Galicia con Madrid. Así, los técnicos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) detectaron el domingo un desprendimiento de un talud en Zamora, concretamente entre el viaducto de Martín Gil y la estación de Carbajales de Alba, en el kilómetro 24,9 desde la capital zamorana.

Aunque en principio el derrumbe de la trinchera no habría afectado a la vía -«Se quedó al borde», explicaron ayer desde el ADIF-, los técnicos decidieron aplicar la medida preventiva de suspender la circulación de trenes, que ya quedó interrumpida ayer entre Puebla de Sanabria y Zamora y que, como mínimo, también permanecerá suspendida en la jornada de hoy.

El ADIF todavía no maneja un cálculo fiable del tiempo que se empleará en realizar las labores de contención del talud desprendido, lo que ha obligado a Renfe a elaborar un plan alternativo de transporte para hoy y los días «sucesivos».

Este arreglo de urgencia consistirá en realizar transbordos en autobús en Puebla de Sanabria y Zamora para los viajeros del talgo que une A Coruña, Vigo y Pontevedra con Madrid y la circulación en sentido opuesto. Este desvío por carretera -115 kilómetros, en total- provocará retrasos de hora y media en esta conexión, según los cálculos de Renfe.

Ante la imposibilidad de habilitar un transporte por carretera, Renfe se vio obligada ayer a desviar por León los talgos que debían realizar el recorrido entre Galicia y la capital de España. Este desvío continuará siendo la ruta que seguirá el tren hotel en los próximos días, pues en los servicios nocturnos suelen evitarse los transbordos. Esto ocasionará retrasos de hasta dos horas en esta frecuencia.

Un equipo de técnicos y geólogos del ADIF se desplazaron ayer al lugar del derrumbe para valorar el deslizamiento de tierras, que en principio se atribuye a «las intensas lluvias de los últimos días». En cualquier caso, la suspensión de la circulación se justifica en las obras para asegurar la integridad de la vía que se llevarán a cabo en los próximos días, y que consistirán en construir un refuerzo -denominado técnicamente hincado vertical de carriles- a ambos lados de la infraestructura para controlar eventuales movimientos de tierras.

Tercer corte en tres meses

Esta suspensión de la circulación ferroviaria por culpa de un derrumbe se suma a los otros dos cortes que, en solo tres meses, sufrió la línea Galicia-Madrid por causas similares. Los otros dos desprendimientos se produjeron en Lalín y Silleda, el 17 de diciembre y el pasado 5 de enero.