Un informe aconseja redactar un estudio básico, que no estará listo hasta el 2012, antes de contratar proyecto y obra
25 mar 2010 . Actualizado a las 11:12 h.El Ministerio de Fomento se ve obligado a cambiar los planes respecto a la línea ferroviaria de alta velocidad que unirá Pontevedra y Vigo con Ourense para que la zona más poblada de Galicia pueda tener una conexión directa con el acceso central que unirá Galicia con la Meseta. Un informe de los técnicos del departamento que dirige José Blanco aconseja no contratar el proyecto y la obra de forma inmediata, tal y como se había comprometido en el protocolo del Obradoiro, y recomiendan licitar previamente un proyecto básico que delimite mejor el alcance de las obras para evitar sorpresas durante la ejecución de la línea.
El estudio considera «indispensable» realizar «una campaña geotécnica» dada la complejidad del proyecto, en la que se deberían definir los parámetros básicos de cara a la redacción de los proyectos específicos de los tres subtramos en los que se dividirá este eje de 54,6 kilómetros de longitud. La «complejidad geotécnica» de este tramo -concluye el informe- obliga a elaborar un estudio en el que deberían emplearse como mínimo 14 meses, en un tramo donde 38 kilómetros del trazado discurrirán por túneles bitubo.
La duración de la redacción del proyecto básico cambia radicalmente las perspectivas de la conexión de Vigo y Pontevedra con Ourense. La publicación hace una semana de la declaración de impacto ambiental ponía a Fomento ante el escenario de aprobar definitivamente el estudio informativo y comenzar a licitar proyecto y obra para acelerar los plazos y poder cumplir con el objetivo de poner en servicio esta variante a finales del 2015.
Sin embargo, la necesidad de elaborar este proyecto básico retrasará la licitación, a pesar de que en Fomento no interpretan que esta contratación sobrevenida constituya una demora y mantienen la fecha del 2015 «como el horizonte temporal con el que estamos trabajando», aseguran.
«Ahorro de tiempo»
«El proyecto básico -añadieron fuentes del ministerio- servirá para ahorrar tiempo a las adjudicatarias en la redacción de los proyectos específicos, pues en cualquier caso deberían acometer estos estudios geotécnicos de detalle».
La dificultad del proyecto es evidente, y el propio conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, se mostraba hace unos días especialmente prudente con el plazo contenido en el acuerdo. No obstante, aseguró que la aprobación de la declaración de impacto debería desencadenar la licitación de esta infraestructura previa elaboración de «un documento técnico» que bien podría ser el proyecto básico al que se refiere el ministerio.
Nueva hoja de ruta
En cualquier caso, el calendario que ahora maneja Fomento es muy diferente al que se planteaba en el pacto del Obradoiro que suscribieron José Blanco y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo.
Fomento cuenta ya con la propuesta de resolución para aprobar definitivamente el estudio informativo, algo que previsiblemente se producirá en abril. Después habrá que licitar y adjudicar el proyecto básico para los tres subtramos, un proceso que como mínimo durará seis meses. Fomento prevé adjudicarlo en octubre del 2010 y, como contará con 14 meses de plazo para su elaboración, no estará listo hasta febrero del 2012. A partir de ese momento se procederá a la licitación conjunta de proyecto y obra, un proceso que desembocará, seis meses después, en la adjudicación. Los trabajos no estarán a pleno rendimiento hasta el 2013.
La necesidad de elaborar el proyecto básico, aduce el informe de Fomento, se basa en que es preciso evitar «desviaciones en el coste», en una obra que, además, se prevé explotar con un régimen concesional que todavía no se ha perfilado. Para que la iniciativa privada pueda asumirlo sin riesgos, habría que ajustar al máximo el proyecto y su coste, en principio calculado en 1.456 millones.
Esto se suma a la política impuesta por el ministro, consistente en reforzar la calidad de los proyectos para evitar los sobrecostes y los modificados en pleno recorte presupuestario.